KICK OFF

CAPÍTULO 15

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NATHAN

"Lo que uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno; entonces hay que tomarlo, o intentar. En eso se te puede ir la vida, pero es una vida mucho mejor" – Mario Benedetti

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Sentía que me estaba sofocado bajo todo el peso de la ira; no podía controlar la furia y el horror que sentía por todo lo que ella me había contado y por todo el dolor que reconocí en su voz; escucharla hablar de su abuso, de todo el abuso que había sufrido en manos de ese maldito sujeto me estaba destrozando y la violencia que surgió en mi interior fue inquietante.

Por un momento quise salir corriendo, tomar un avión y regresar a esa casa para buscar a ese pedazo de basura repugnante y hacerlo pagar por todo el daño que le había hecho a mi estrella; pero no iba a hacerlo; no era lo que Amber necesitaba de mí en este momento; ella no necesitaba presenciar mi rabia, no después de lo que me había contado y aunque yo necesitaba un momento para procesar sus palabras; no iba a marcharme ni a dejarla, por lo que me acerqué y tomé su mano, antes de acercarla a mis labios y besarla con suavidad.

-        Eres una sobreviviente, estrella; valiente y fuerte, nunca pienses lo contrario – limpié sus lágrimas y la acerqué a mi pecho

Ella había pasado por un infierno y sus heridas estaban frescas, pero justo ahora estaba aquí; conmigo y a salvo; ella había sobrevivido a todo lo que ese monstruo le había hecho; estaba viva y era fuerte, aunque le costara verlo.

-        Fui muy tonta... - murmuró contra mi pecho y suspiré

-        No digas eso, estrella; no fuiste tonta, solo confiaste en la persona equivocada

-        Si me hubiera ido antes...

-        Nada fue tu culpa; nada justifica lo que te hizo – aseguré con firmeza – Merecías ser amada, apoyada, reconfortada; merecías que te respetara y te cuidara; él se aprovechó de tu bondad; nunca fue culpa tuya – declaré con seguridad y la sentí aferrarse a mi pecho

Nos quedamos sentados durante un largo tiempo; sumidos en un profundo silencio; Amber se sentía tan ligera en mis brazos que no podía evitar preocuparme por ella y ahora con lo que me había contado; temía mucho más; tanto por su estado físico como emocional.

Cuando ambos nos tranquilizamos; me encargué de recoger los trozos del plato que habían quedado en el suelo y preparé café caliente con palomitas mientras que Amber escogía una película en la televisión; traje algunas mantas y nos cubrí con ellas al mismo tiempo que Amber se acurrucaba a mi lado y por un momento nos permitimos olvidarlo todo.

-        ¿Me prestas tu celular? – preguntó Amber después de que terminó la primera película – Necesito contactar a mi representante o comenzará a preocuparse – dijo y asentí, dándole mi celular sin dudarlo

-        Mañana te conseguiré un celular nuevo – dije mientras me levantaba para darle algo de privacidad

-        Gracias, Nathan

-        No tienes que agradecer, estrella – respondí con una sonrisa y después me dirigí escaleras arriba

Honestamente no sabía cómo proceder; por un lado, me sentía feliz de que Amber estuviera aquí conmigo y habíamos conseguido salir de la ciudad a salvo; pero, por otro lado, se avecinaba un gran caos y eso me ponía ansioso.