KICK OFF

CAPÍTULO 9

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FANTASMAS ❤️

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AMBER  

"No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros" - Séneca

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Ese beso cambiaba las cosas; ese beso ponía mi mundo completamente de cabeza; ese beso significaba más de lo que estaba dispuesta a admitir y eso me aterraba, porque mi experiencia con el amor era complicada y dolorosa.

Solo me había enamorado una vez y eso me había condenado; confíe en la persona equivocada, fui fiel, fue honesta y, aun así, las cosas habían salido completamente mal; solo había besado a un chico, solo había estado con un chico y eso al final fue un completo infierno.

No podía negar que tenía miedo y no solo sentía miedo de los nuevos sentimientos que estaba experimentando, si no que sentía miedo de las consecuencias de arriesgarme; ¿Qué pasaría si Troy se enteraba que estaba frecuentando a Nathan? ¿Qué ocurriría si la prensa conseguía tomarnos una foto?

En realidad, sí que sabía lo que podría ocurrir, porque lo conocía y era consciente de lo que era capaz de hacer si yo me salía de su control; pero saberlo no era lo mismo que vivirlo y tener el miedo constante de lo que sucedería dando vueltas por mi cabeza me estaba volviendo loca.

Había pasado el día junto a Nathan, recorriendo uno de mis lugares favoritos en la ciudad y eso se había sentido maravilloso; todavía me costaba mantener el contacto físico y no podía evitar tensarme cuando él se acercaba, pero cada vez que me miraba a los ojos, algo en mi se desconectaba y actuaba por puro instinto; me gustaba la forma en que me tocaba, con cuidado, con delicadeza y cuando lo sentí acariciar mi piel, con tanta dulzura, como hace mucho nadie me tocaba, perdí la razón y en el preciso instante en que me besó, simplemente todo encajó.

Nathan me gustaba o al menos me atraía; más allá de lo físico, me gustaba la forma en que me observaba, como si fuera lo más precioso en la tierra; me gustaba como me escuchaba y cómo recordaba cada detalle de las cosas que le contaba, por mínimo que fuera; estar con él era diferente a lo que había conocido y se sentía como una bocanada de aire fresco; Nathan me cuidaba y se aseguraba que estuviera cómoda con su contacto; él me ponía primero y aunque era nuevo para mí, también se sentía maravilloso.

Cuando regresé a casa, me sentía feliz, como hace mucho tiempo no me sentía, pero en cuanto crucé la puerta, toda esa alegría se esfumó siendo reemplazada por el desconcierto y la ansiedad; Troy estaba en la cocina, con todo un desastre a su alrededor y cuando se giró para mirarme, por un segundo regresé al inicio de nuestra relación, cuando todo parecía ser color de rosa y eso consiguió perturbarme de una forma impresionante.

-        Te estaba esperando, hermosa – dijo caminando hacia mí y me tomó por la cintura cubriéndome con harina

-        Hola... - murmuré sin saber que más decir

-        Te preparé panqueques, con fruta y miel como te gusta – dijo antes de besarme – Ya te extrañaba – murmuró soltándome un poco para que nos sentaremos a comer – No nos hemos visto mucho estos últimos días

-        Sí... estuve ocupada con el nuevo disco que tengo que sacar

-        Y yo estuve full con los entrenamientos, por eso quería que tuviéramos un momento solo los dos