KICK OFF

CAPÍTULO 22

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NATHAN

"Tu tienes esas partes de mi corazón que jamás pensé darle a alguien" – Anónimo

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No quería que ella me viera reaccionar así; no quería asustarla ni provocar que me temiera, pero al escucharla gritar y verla tan vulnerable frente a ese idiota, simplemente no pude contenerme; toda la rabia que llevaba acumulada desde que vi los moretones en su piel por primera vez quemó mi sangre, pero lo peor fue ver la mirada en su rostro; se veía depredador, como si se excitara causándole daño y en un segundo todo lo que Amber me había contado sobre él volvió a mi cabeza; cada maldito golpe que le dio, cada insulto, cada vez que abusó de ella y entonces perdí el control.

Quería matarlo, quería golpearlo hasta que sintiera aunque fuera un poco del daño que le había provocado a mi estrella; quería hacerlo pedazos y destruir lo que quedara después de descargar toda mi rabia, pero entonces los chicos me detuvieron y la sentí correr a mis brazos; toda mi sangre quemaba y no podía volver a tener el control, pero sentirla cerca, apegada a mi pecho me devolvió a la realidad y no pude pensar más que en tomarla en mis brazos para sacarla de este lugar y alejarla del peligro, pero ahora que la tenía en mi regazo, sujeta en mis brazos me culpé por mis acciones.

Amber no necesitaba presenciar más violencia, no, ella no necesitaba volver a verme actuar así; no quería que me temiera, no quería que pensara que podía actuar como el idiota de Troy Clement, aunque ahora me temía que había arruinado todo.

- Lo siento... - la escuché murmurar e inevitablemente fruncí el ceño con la rabia creciendo en mi interior

Ella se disculpaba demasiado, casi siempre por cosas que no eran su culpa, pero esta vez su disculpa solo consiguió enfurecerme; él la había condicionado a pedir perdón como si tuviera que hacerlo; la había acostumbrado a golpes y gritos, la había lastimado tanto que por más que yo intentara convencerme de que estaba bien, estaba claro que no lo estaba.

Amber había dado pasos importantes, eso era cierto y en verdad creía que estaba avanzando, gracias a la terapia y el apoyo podía ver algunos cambios en su conducta, pero había cosas que estaban demasiado arraigadas en su mente y hasta ahora había intentado fingir que no era así, pero ya no estaba seguro de si estaba ayudándola o solo estaba provocando que ella tuviera una dependencia hacía mí.

Quería que Amber estuviera bien, quería que se fortaleciera y dejara de pedir disculpas; quería verla feliz y hacerla sonreír, pero quizá no estaba siendo de ayuda al protegerla del mundo entero y ser tan cuidadoso o mantenerme permanentemente a su lado.

- No hiciste nada malo, estrella; fue ese idiota – dije con rabia y ajusté el agarre que mantenía en su cintura, pero cuando vi la incomodidad en su rostro, alejé mis manos de su cuerpo – No quería que vieras eso – dije bajando la mirada, apenado dejando que la culpa fuera adentrándose en mi cabeza - Cuando te escuché gritar, yo...

Cuando la escuché gritar sentí que mi mundo se desvanecía y nunca antes sentí tanto miedo, ni siquiera cuando mi padre me echó de su casa y tuve que aprender a valerme por mi mismo; tuve tanto miedo de perderla que dejé que eso me consumiera y perdí el control.

La quería, de una forma que incluso me sorprendía a mi mismo; la quería, con locura y hasta ahora no había querido verlo o tal vez no podía, pero ahora estaba claro en mi mente y en mi corazón; estaba profundamente enamorado de Amber y quería pasar mis días protegiéndola, adorándola y compartiendo cada momento con ella; la quería y no podía imaginar mi vida perdiéndola.