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Andrea y Richard durmieron profundamente, rodeados de la magia de la ciudad del amor. A la mañana siguiente, se despertaron con una sonrisa en el rostro, sintiendo la felicidad y el amor que los unía. Después de un romántico desayuno en la habitación, decidieron salir a explorar la ciudad, disfrutando de cada momento juntos.

Mientras paseaban por las calles empedradas de París, se detuvieron en una pequeña cafetería para tomar un café y disfrutar de la vista. Richard tomó la mano de Andrea y le dijo:

-Quiero pasar el resto de mi vida contigo. Quiero construir un futuro juntos, lleno de amor, risas y aventuras-.

Andrea se sintió emocionada y respondió: -Yo también quiero eso, Richard. Quiero estar contigo para siempre-. Se besaron suavemente, sabiendo que su amor era fuerte y verdadero.

Después de su paseo, decidieron regresar al hotel para empacar y prepararse para su regreso a casa. Mientras se preparaban, Andrea no podía dejar de sonreír, pensando en su futuro con Richard.

Al llegar al aeropuerto, Richard tomó la mano de Andrea y le dijo: -Estoy emocionado de empezar esta nueva etapa de nuestra vida juntos. Te amo-

Andrea respondió: -Yo también te amo, Richard. Estoy lista para empezar esta aventura contigo-.

Y con eso, se subieron al avión, listos para regresar a casa y empezar a planificar su boda y su futuro juntos.

Andrea se despertó temprano, emocionada de celebrar el cumpleaños de Richard. Había planeado una sorpresa especial para él.

-¡Feliz cumpleaños, mi amor! ¡Que tengas un día chévere!- dijo Andrea, mientras besaba a Richard en la mejilla.

Richard se despertó sonriendo. -¡Gracias, mi amor! ¡No sabía que era mi cumpleaños! ¡Me has hecho sentir como un rey!- dijo, bromeando.

Andrea se rió. -¡Claro que sí, mi corazón! ¡Tengo una sorpresa para ti!- dijo, mientras llevaba a Richard a la puerta.

-¿Dónde vamos, mi amor?- preguntó Richard, curioso.

-¡A celebrar tu cumpleaños en las calles de París, mi cielo! ¡Vamos a hacer una parranda!- respondió Andrea, con una sonrisa.

Richard se emocionó. -¡Genial, mi amor! ¡Me encanta París! ¡Vamos a disfrutar al máximo-dijo, mientras abrazaba a Andrea.

Andrea y Richard salieron a las calles de París, rodeados de la belleza y la magia de la ciudad. Se detuvieron en un café para tomar un café y disfrutar de la vista de la Torre Eiffel.

Luego, se unieron a la fiesta en la calle, bailando y cantando con los músicos callejeros.

Richard se sintió como un rey, rodeado de la belleza de París y el amor de Andrea, celebrando su cumpleaños.

-¡Gracias, mi amor! ¡Este es el mejor cumpleaños de mi vida! ¡Me has hecho sentir como un príncipe!- dijo, mientras abrazaba a Andrea.

Andrea sonrió, feliz de ver a Richard tan feliz.

-¡Te amo, Richard! ¡Feliz cumpleaños, mi amor! ¡Que tengas un año lleno de felicidad!- dijo, mientras abrazaba a Richard.

Después de bailar y cantar en la calle, Andrea y Richard decidieron ir a un restaurante a comer algo.

-¡Vamos a comer algo rico, mi amor! ¡Unos escalopines o unas empanadas!- dijo Andrea, mientras abrazaba a Richard.

Richard se rió. -¡Genial, mi corazón! ¡Me encanta la comida francesa, pero también me gustan las empanadas colombianas!- dijo, sonriendo.

En el restaurante, pidieron unos platos típicos franceses y se sentaron a disfrutar de la comida.

-¡Este es el mejor cumpleaños de mi vida, mi amor! ¡Gracias por todo!- dijo Richard, mientras abrazaba a Andrea.

Andrea sonrió. -¡De nada, mi corazón! ¡Me alegra verte tan feliz!- dijo, mientras besaba a Richard.

Después de comer, decidieron ir a un bar a tomar algo y disfrutar de la noche.

-¡Vamos a tomar un trago, mi amor! ¡Unos shots o unas cervezas!- dijo Andrea, mientras abrazaba a Richard.

Richard se rió. -¡Que bacano, mi amor! ¡Me encanta tomar algo y disfrutar de la noche contigo!- dijo, sonriendo.

En el bar, se sentaron a disfrutar de la música y la compañía del otro.

-¡Te amo, Richard! ¡Feliz cumpleaños, mi amor! ¡Que tengas un año lleno de felicidad!- dijo Andrea, mientras abrazaba a Richard.

Richard sonrió. -¡Te amo, Andrea! ¡Gracias por todo! ¡Me has hecho sentir como un rey!- dijo, mientras besaba a Andrea.

Y así, Andrea y Richard celebraron el cumpleaños de Richard en las calles de París, rodeados de amor y belleza.

Mi Vecino - Richard Ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora