La vuelta en casa, la llegada de Jasmine es una fiesta, es una persona como también su familia muy queridas en el pueblo y más cuándo su padre fue en su momento el mejor alcalde, tanto ella cómo sus hermanas han atribuido mucho a esta comunidad y por tal motivo, su vuelta a casa es motivo de celebración. En la plaza central del pueblo, todos adornaron el lugar, pusieron tablones y festejaron con comida para compartir y música, la vuelta de Jasmine con su esposo a casa.
Stella también está en la celebración pero al margen de todos, cerca, pero lejos.
—Viniste —la colorada de ojos miel le extiende un vaso de jugo.
—Es tu bienvenida. Todo el pueblo lo sabe —le dice sin verla— ¿Y tu esposo? —Jasmine cierra lentamente los ojos cuando lo siente nombrar.
—Fue a buscar hielo.
—Extiendele mi saludo —toma el jugo y le devuelve el vaso, Jasmine la toma de la muñeca.
—¿Ya te vas? Recién llegas —Stella le clava la mirada e intenta safarse, pero ella no la suelta.
—Dejame ir, Jasmine —entonces la suelta y da la vuelta.
—No te vayas —le dice en cuánto la castaña le da la espalda—, por favor, no te vayas —Stella la mira de perfil y sonríe agachando la mirada, ella también se lo pidió el día de su boda.
—Que extraño Déjàvú. Ve con tu esposo, Jasmine, y a seguir celebrando con esta gente, ellos han venido por ti.
—Y yo vine por ti —Stella se congela—. Adam —le dice a su esposo que se acerca con un gran sonrisa y saluda a castaña frente a él.
Stella le ayuda a cargar el hielo que se le iba cayendo y lo acompaña a dejarlo en la hielera portátil y algunos pedazos en los bidones de jugo, sirve algunos vasos con su huida frustrada, saluda a sus estudiantes y padres que el algún momento también fueron sus alumnos y ahora tienen sus propios hijos. Ve a todos realizados y ella se siente frustrada, se quedó en un pueblo a vivir y enseñar la mayor parte de su vida, para no dejar a su madre sola, siendo única hija no tenía muchas opciones, pero también sabe que una parte de ella se quedó —observa a Jasmine conversar con un grupo de personas y comparten una mirada un momento— por ella, esperaba que algún día volviera y volvió, aún casada.
—Comenzaré a trabajar en la escuela en cuanto comience el año escolar —le comenta sacando bocadillos de uno de los tablones en el centro—, volveremos a estar juntas.
—"Estar juntas" no, trabajar juntas sí, no te confundas, no soy la inocente veinteañera que dejaste hace tantos años atrás.
—Stella, por favor.
—Sigues casada, te felicito, se nota que es un buen hombre. Uno —la observa— que no merece que su esposa busque a su ex, bueno ex no es exactamente el termino. Después de todo solo fui tu "mejor amiga". Que estes bien Jasmine, muy linda la fiesta.
—¿Por qué viniste sinó querías verme? —se acerca lo suficiente para hablarle en voz baja— He vuelto —le susurra—, los tiempos han cambiado y sé que no tenemos veinte años, pero no es demasiado tarde —Stella niega con la cabeza mirando el suelo.
—Mira la alianza en tu dedo, yo creo que lo es.
—¿Jasmine puedes acercarte al micrófono? —la llama el locutor y todos voltean a verla— queremos darte la cálida bienvenida a casa.
Ella camina hasta el pequeño escenario y desde ahí arriba divisa a Stella subiéndose a su camioneta, ambas comparten una última mirada y la ve alejarse cerrando los ojos un momento, mira su alianza y suspira.
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Enséñame a amarte
RomanceUna profesora de literatura que ama de manera prohibida a una mujer. Ella una directora carismática para sus alumnos y en su trabajo, pero tremendamente infeliz en su matrimonio con un marido al que nunca amó. ¿cuánto tiempo pasará para que una amis...