12 Tercer día

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—Stel —la castaña la observa—, ¿hoy me sigues amando? —la otra sonríe y asiente— ¿Me lo dices?

Se acerca en dos zancadas tomando su rostro, se acerca a sus labios a milímetros de besarla y le dice.

—Te amo otro día más, Jasmine —la besa.

—Tambien te amo —la abraza fuerte aferrándose a ella. Golpean la puerta y Stella va a abrir pero Jasmine la trae hacia ella de nuevo para darle un último beso.

—Profesoras, ya estamos por desayunar ¿Vienen?

—Sí —responden al unísono.

—¿Durmió mejor profesora, Stella? Tiene mejor semblante.

—Sí, Antonio, gracias por preguntar, dormí muy bien como hacía años no dormia —mira de reojo a Jasmine.

—Supongo que anoche todos logramos descansar —el joven mira al otro profesor que ahora tiene una gran sonrisa y se aleja.

—¿Lo viste? —indaga la pelirroja— ¿Crees que ellos son como nosotras? —a punto de responder Stella ve como Antonio roza la mano del otro profesor y lo confirman.

—No hay dudas.

Stella y Jasmine se miran, y observan detenidamente a Laura, la hermana de Ender Rollins. Es una chica tímida, retraída y solitaria, tiene una sola amiga que en realidad poco anda con ella, ya que al parecer tiene un grupo nuevo de gente con la que se junta y Laura no está incluida.

—¿Les ayudo? —se coloca al lado de las profesoras que hoy mea toca hacer el almuerzo.

—Bueno —Jasmine le hace lugar—, pela estas papas —y así comienza a hacerlo en silencio—. Lo haces muy bien —ella sonríe— ¿Cocinas en tu casa?

—Sí, Ender es un inútil en la cocina —ellas se miran.

—¿Qué hay de tus padres? —la joven se tensa.

—Ellos... no son los más presentes. Terminé —deja el pela papas y se va luego de lavarse las manos.

—Laura ¿Puedes ayudarnos a cortar las papas? —la niña suspira y pega la vuelta al lado de ellas, tomando un cuchillo, mostrando su destreza y habilidad para manejarlo— Si no quieres hablar de tus padres, no te preguntaremos.

—No, no quiero —dice firme.

—Bien y que puedes contarnos sobre ti —ella mira a Stella extrañada, nunca antes ha querido saber sobre ella a nadie más que a su hermano le ha importado. A su ver, ella no es tan interesante—. Vamos Ender me dijo que eres muy talentosa —se ruboriza— ¿Te gusta leer? ¿Qué quieres ser cuando seas grande?

—Me encanta leer, mi hermano me dió los libros que le leyó con usted —mira a Stella—, se pasó semanas escribiendo el ensayo que le había pedido, me lo leía y lo corregimos juntos.

—Lo sabía, niñato mentiroso, me dijo que le había pagado a alguien que lo hiciera él no tenía tiempo para esas cosas.

—Tres intentos le llevó dejarlo como quería. Él de verdad volvió a ser el de antes —dice emocionada—, y gracias a usted —la mira a los ojos—, mi hermano volvió a escribir y le gustaban los desafíos y se ponía a buscar palabras y memorizar su significado, inventamos un juego de nosotros dos —ella dibuja una amplía sonrisa—, yo casi siempre le gano —las mujeres sonríen, y Stella por atrás le acaricia la mano a Jasmine que sonríe. Es el primer contacto que inicia ella— Me gustaría ser maestra —vuelven su atención a la chica—, casarme y tener tres hijos, una bonita casa, con un jardín. Que los niños jueguen afuera, llevarlos a sus partidos de soccer, venir de trabajar y almorzar con ellos, ir al cine los cuatro.

Enséñame a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora