Math Boy｜Shim Jake

0.2

Apenas logró terminar el examen y lo entregó con nerviosismo. Dudaba de sus respuestas, y no podía dejar de pensar que no había dado lo mejor de sí misma. La falta de sueño por la fiesta de anoche le estaba pasando factura.

─No se puede ser una alumna destacada y divertirse al mismo tiempo─ suspiró mientras se dejaba caer en una de las mesas vacías del campus.

Sacó un sándwich de jamón de su mochila y empezó a comer mientras reflexionaba. No era momento de lamentarse ni de arrepentirse, pero sabía que debía esforzarse más si quería graduarse con un buen promedio.

Desde la distancia, notó un grupo de chicos saliendo del gimnasio. Eran los miembros del equipo de baloncesto, y entre ellos estaba alguien particularmente conocido. Su estómago se contrajo al reconocerlo: era el chico ebrio de la noche anterior. Jake, si recordaba bien.

─¿Cómo es que puede verse tan saludable después de lo de anoche?─ murmuró para sí misma.

Antes de que pudiera seguir con sus pensamientos, Heejin apareció de la nada y dejó su mochila sobre la mesa.

─¿Por qué tan sola, Zurzolo─ preguntó con su tono habitual de burla.

─¿Cómo me encontraste?

─Es fácil. Es la hora del almuerzo y siempre buscas un lugar solitario para comer─ respondió mientras sacaba un tupper─ mi mamá preparó un rollo extra de kimbap para ti.

─Gracias, lo disfrutaré─ respondió Evelina con una sonrisa.

Ambas terminaron de almorzar, y Evelina decidió adelantarse para ir a la máquina expendedora por una lata de refresco. Introdujo unas monedas, presionó el botón de Sprite y esperó.

─¡Ya los alcanzo! —gritó hacia el resto del grupo que se había adelantado.

De repente, alguien más llegó a la máquina expendedora, pero no le dio importancia. Tomó su lata y se giró para irse, solo para encontrarse cara a cara con Jake. Por un momento, se sostuvieron la mirada. Evelina pasó a su lado sin decir nada, mientras él la siguió con los ojos, intrigado. Su rostro le resultaba familiar, pero no lograba recordar de dónde.

─¡Apúrate, Jake!─ gritó uno de sus compañeros desde la distancia.

En otro lugar, Jake observó su examen de matemáticas avanzadas: un perfecto 100. Dejó la hoja sobre su escritorio sin darle más importancia y bostezó mientras recargaba la cabeza contra la pared. Su asiento estaba estratégicamente ubicado en la esquina, lo que le permitía descansar sin ser molestado.

─Y eso que no estudiaste. Imagínate si lo hubieras hecho─ comentó Heeseung, tomando el examen para echarle un vistazo.

─Mi cabeza va a estallar─ respondió Jake, con los ojos cerrados.

Heeseung soltó una carcajada.

─Claro, como no... Anoche te descontrolaste. ¿Quién era esa belleza que estaba contigo en el jardín?

Jake abrió los ojos de golpe.

─¿De qué hablas?

─Te perdimos de vista en la fiesta, y después te vimos en el jardín con una chica. Muy guapa, por cierto.

─¿Y qué hacía?─ preguntó Jake, levantando una ceja.

─Nada. Solo estaban ahí ─ respondió Heeseung con un tono despreocupado.

Jake suspiró aliviado. Por un momento pensó que había hecho algo que arruinara su reputación o, peor aún, algo humillante. No era del tipo que se embriaga con facilidad; su resistencia al alcohol era conocida, pero anoche algo había sido diferente.

─Estoy seguro de que Sunghoon hizo algo con mi vaso─ murmuró de repente, enderezándose en su asiento.