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La primera nevada del invierno cayó sobre la ciudad aquella mañana. Por fin las vacaciones habían comenzado, y con ellas, una tregua al estrés académico que la había perseguido durante semanas.

¿Jake?

Desde aquella escena en la escuela, no se había cruzado con él. Se estaba comportando como un idiota, pero, ¿quién entiende a los hombres? Eran como un acertijo, y Evelina no tenía tiempo ni interés en resolverlo.

─Saldré con Heejin─ anunció al salir de casa, abrigándose con una bufanda.

Tomó el autobús hacia el lugar donde habían quedado. Hacía tiempo que no veía a su amiga y la idea de ponerse al día la entusiasmaba. La tarde era fría y blanca, con la nieve cubriendo cada rincón de la ciudad, pero no podía negar que era un día precioso.

Llegó a la cafetería y entró, pero no vio a Heejin por ningún lado.

─¿Puede decirme su nombre?─preguntó un empleado al verla dudar.

─Evelina Zurzolo.

El chico la condujo hasta una mesa para dos. Heejin parecía retrasada, pero a Evelina no le importaba esperar. Unos minutos después, un camarero dejó una taza de café como cortesía. Se entretuvo observando por la ventana, disfrutando del ambiente acogedor del lugar.

─¿Interrumpo?

La voz hizo que apartara la vista de la ventana. Frente a ella estaba Jake, sonriendo como si nada.

─¿Jake?

─Lamento la demora.

Fue entonces cuando lo entendió: todo había sido un plan de Heejin y él para que se encontraran.

─No nos vemos en días y encima llegas tarde─ dijo con ironía, dejando la taza sobre la mesa.

─Quiero disculparme por eso─ respondió él, frotándose la nuca con nerviosismo─ ese día hablé demasiado sin pensar, y luego me sentí tan avergonzado que no sabía cómo volver a mirarte a la cara. Perdóname, Evelina. No quería evitarte, por eso estoy aquí, para compensarlo.

Evelina bajó la mirada, jugando con la cucharita del café.

─Dime algo... ¿De verdad te gusto?

Jake la miró fijamente, sin titubear.

─Mis sentimientos por ti son claros.

─Es bueno saberlo─ murmuró ella, apenas audible.

¿Y ahora qué?

¿Era su turno de confesarse? Nunca había llegado tan lejos con un chico. Lo más que había dicho antes era un tímido "hola, ¿cómo estás?".

Respiró hondo, armándose de valor.

─ Bueno... ya que estamos siendo sinceros, quiero que sepas que el sentimiento es mutuo.

Jake la miró, sorprendido.

─¿Qué?

Exactamente lo mismo que ella había dicho cuando él se confesó.






Exactamente lo mismo que ella había dicho cuando él se confesó

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La noche cayó mientras caminaban por el parque, las luces navideñas brillaban a su alrededor, creando un escenario digno de una película. La nieve crujía bajo sus pies, y el frío parecía menos intenso con la compañía del otro.

─No sé por qué me da vergüenza ahora─ confesó Jake con una risita─ supongo que es normal.

─Yo creo…

Evelina dejó la frase en el aire. Después de la cafetería, habían decidido caminar un rato, disfrutando de ese momento tan inesperado y especial.

Sus manos se balanceaban al caminar, apenas rozándose, hasta que Evelina se armó de valor y entrelazó sus dedos con los de Jake. Él la miró sorprendido, pero sonrió.

─¿Y en qué momento nos besamos?─ bromeó él intentando romper la tensión.

Evelina soltó una pequeña carcajada y lo golpeó suavemente en el hombro.

─Cuando seas mi novio.

Jake se detuvo y se puso frente a ella, su sonrisa se volvió más amplia.

─Esto es algo improvisado, pero te prometo que haré algo mucho mejor en el futuro─dijo, sacando un anillo sencillo que llevaba en su mano─ Evelina Zurzolo, ¿quieres ser mi novia?

Evelina lo miró, incrédula, sintiendo cómo su corazón latía a toda velocidad.

Math Boy|Shim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora