Los días pasaban rápidamente y, con ellos, las vacaciones llegaban a su fin. Un nuevo semestre comenzaba, y la sensación de que todo iba de mal en peor se hacía cada vez más palpable. Sin embargo, al menos había una cosa buena: ya no tendría que enfrentarse a más cálculo en su vida.
La primera semana de clases pasó volando, y las tareas comenzaron a acumularse. Evelina tenía proyectos finales que comenzar, y los exámenes, que valían una parte significativa de su calificación, se acercaban rápidamente.
─Qué bonita es la universidad… ─ observaba a Jake escribir concentrado en la pizarra de la biblioteca. Una nueva materia se había introducido, y él estaba repasando sin descanso─¿Te falta mucho?─ le preguntó interrumpiendo su concentración.
Jake levantó la vista y le sonrió con ternura.
─No mucho, cielo─ respondió él.
Aunque no entendía nada de lo que Shim estaba escribiendo, no podía evitar admirarlo. A pesar de todo, Jake se veía increíblemente atractivo mientras trabajaba en la pizarra, sumido en su propio mundo de fórmulas y ecuaciones.
Evelina no podía evitar pensar que cada vez le faltaba menos para graduarse. Pero eso la hacía preguntarse: ¿qué sería de Jake después de todo esto? Estaba claro que él tendría un futuro brillante por delante, pero el hecho de que él dejara de ser universitario mientras ella aún quedaba atrás la llenaba de incertidumbre.
─Qué difícil es crecer…─ murmuró para sí misma, mientras sus pensamientos viajaban a los días más simples, cuando sus padres apenas se conocían.
─Creo que ya─ la sacó de sus pensamientos la voz de Jake.
Miró el pizarrón cubierto de dibujos y fórmulas, sin comprender mucho, pero apreciando el esfuerzo de su novio.
─¿Y eso es fácil?─ preguntó señalando el pizarrón.
─A veces, pero el semestre acaba de comenzar, así que va tranquilo ─respondió Jake, mientras comenzaba a borrar lo que había escrito─ ¿Nos vamos?
Evelina asintió, mientras recogía sus cosas y ambos salían de la biblioteca. Por suerte, ya se habían acabado las clases para ambos.
─¿A dónde planeas llevarme?─preguntó ella, curiosa, cuando Jake subió al auto.
─¿Quieres conocer a Layla?─ le preguntó él con una sonrisa.
La idea de conocer a la mascota de Jake hizo que Evelina se sintiera un poco nerviosa, pero la propuesta de ir a su casa era aún más intimidante. ¿Qué pensaría su familia de ella? Jake nunca había hablado mucho de sus padres, pero ahora la estaba invitando a su casa.
El ambiente de las calles comenzó a cambiar, mostrando casas más grandes y lujosas, algo muy distinto a donde ella vivía.
─Es bonita tu casa─ dijo mientras observaba el exterior, y al entrar, vio que por dentro también era espaciosa y elegante.
No había rastro de nadie más en la casa, lo que la tranquilizó un poco. Fue entonces cuando escuchó unos pasos bajar por las escaleras, y Layla, la perra de Jake, apareció corriendo hacia él, llena de energía.
─Layla, mira, ella es Evelina─ dijo Jake mientras tomaba con cuidado la patita de su perrita para señalarla hacia Evelina─ es muy preciosa, ¿verdad?
Layla, al parecer encantada, dejó a Jake para acercarse a Evelina y empezar a olfatearla. Por un momento, Evelina se sintió incómoda, pero pronto Layla la dejó en paz, y la perrita se acomodó a su lado.
─¿Entonces?─ Jake miró a Evelina divertido.
─Te aprueba─ respondió él con una sonrisa.
Jake fue a la cocina a buscar agua, y Evelina aprovechó para sentarse en el sofá. No sabía si era el hecho de estar en la casa de Jake o simplemente el calor del momento, pero se sentía cómoda. Mientras acariciaba a Layla, notó lo suave que era su pelaje, y a la perra pareció gustarle la atención.
Jake regresó con un vaso de agua y lo puso sobre la mesa, antes de sentarse junto a Evelina, tomándola de la mano. Se acercó a ella, y antes de que pudiera decir algo, la besó suavemente. El beso se alargó, y por un instante, pareció que el tiempo se detendría entre ellos, hasta que la falta de aire los obligó a separarse.
─Sabías que Max Planck propuso que la energía no se emite ni se absorbe de manera continua, sino en pequeños paquetes discretos llamados "cuantos". Esta idea fue fundamental para explicar la radiación del cuerpo negro...─dijo Jake mientras le daba un casto beso en la mejilla.
Evelina lo miró sorprendida, sin saber si reír o suspirar ante la combinación de su intelectualidad y ternura.
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Math Boy|Shim Jake
Fanfiction❛❛No soy un nerd si es lo que piensas pero tampoco soy irresponsable❜❜ › prohibida copia, adaptación y traducción › no está permitido resubirla en alguna otra plataforma › agosto ❪2024❫ SOLO EN WATTPAD