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Los amigos de Jake estaban convencidos de que el chico estaba perdidamente enamorado de Evelina, pero le faltaba el valor para dar el paso. Decidieron que lo mejor sería empujarlo a actuar, aunque su plan era, por decirlo de alguna manera, cuestionable.

─Los hombres pensamos diferente─dijo Heeseung, dando un sorbo a su refresco con una pajilla─esto lo hará reaccionar. Somos genios.

En ese momento, un chico de otro curso se acercó a Evelina con claras intenciones de coquetear. Ella, sin captar del todo las señales, soltaba pequeñas risas entre comentario y comentario, pensando que tal vez podrían llegar a ser amigos. Evelina llevaba tiempo intentando ser más sociable.

El chico, cada vez más confiado, se inclinó hacia ella y, con un gesto demasiado atrevido, tomó un mechón de su cabello y lo pasó detrás de su oreja. Evelina parpadeó, confundida por el repentino movimiento, justo cuando Jake, que había estado observando la escena desde lejos, se puso en pie.

─Es suficiente.

Jake cruzó el pasillo con pasos firmes, apartó la mano del otro chico sin miramientos y le lanzó una mirada que no dejaba espacio para interpretaciones. El intruso, sintiendo la tensión, dio un paso atrás y se marchó sin decir una palabra, dejando a Jake y Evelina solos.

─¿Qué acaba de pasar?─ preguntó Evelina, incrédula, notando la expresión severa de Jake.

─¿Por qué dejas que te coquetee?─ Jake cruzó los brazos, claramente molesto─ soy más posesivo de lo que crees.

─¿Qué?

Jake cerró los ojos un momento, respirando hondo, y se pasó la lengua por los labios en un intento de calmarse.

─Perdón, Evelina. No debí actuar así.

─¿Hay una razón para tu comportamiento?─ preguntó ella cruzándose de brazos mientras lo observaba con el ceño fruncido.

─La hay.

Jake tragó saliva, su mente dividida entre la razón y los celos que lo carcomían. "No lo hagas, Jake", se repetía a sí mismo, pero la idea de verla con otro chico era demasiado para él.

─¿Y bien?─ insistió Evelina con su paciencia al límite.

Jake murmuró algunas palabras ininteligibles antes de, finalmente, soltarlo de golpe:

─ Me gustas, Evelina.

El mundo de Evelina pareció detenerse. ¿Gustarle? ¿Jake? En mil escenarios posibles jamás había considerado esa posibilidad. ¿Era una broma? ¿Un juego cruel para reírse de ella?

─¿No estarás bromeando?─ susurró, tratando de leer su expresión. Pero el rostro de Jake no mostraba señales de estar jugando.

─Créeme, no es el lugar más romántico para decirlo─ dijo Jake, señalando el pasillo de la escuela con un gesto─ pero ya no puedo soportar ver cómo otros chicos te coquetean.

─ Jake...─murmuró Evelina sin saber qué decir.

─No tienes que darme una respuesta ahora─añadió él, como si le costara dejarla con la última palabra─ piénsalo.

Y, con eso, se dio la vuelta y se alejó, dejándola allí, aturdida, con un cosquilleo extraño y mil emociones revueltas en su interior. Evelina intentaba procesar lo que acababa de pasar.

¿Se confiesa... y la deja así?

Bueno, al menos el "brillante" plan de los amigos de Jake había funcionado.

Math Boy|Shim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora