─¿Se me ve bien?─ Evelina se observó una vez más frente al espejo, ajustando su outfit, mientras su amiga suspiraba por tercera vez y asentía.
─Aún si te pusieras un trapo, Jake te diría que te ves hermosa─ respondió su amiga, con una sonrisa divertida.
Era su aniversario. Un año con Jake. Querían celebrarlo viéndose bien, y aunque Evelina lo deseaba, no podía evitar sentirse nerviosa.
─No tardará mucho en llegar ─dijo apresurándose a retocar su labial, intentando calmar la ansiedad que se acumulaba en su pecho.
Quién lo diría… En un principio, Evelina detestaba a Jake. Su presencia la irritaba, y hacía todo lo posible por evitarlo. Desde esa fiesta de la que apenas recordaba su nombre, hasta el trabajo en equipo de inglés que la obligó a pasar tiempo con él. Y luego, la invitación a uno de sus partidos de básquet. Pero ahora, después de un año, él estaba a punto de graduarse de la universidad.
─Ya llegó, sal─ la voz de su amiga la sacó de sus pensamientos.
Evelina salió de su casa, con la expectativa de una noche especial. Jake la esperaba afuera, apoyado en su auto, luciendo increíble como siempre. La vio con esa sonrisa que la hacía derretirse y, con un gesto suave, tomó su mano.
─Te ves bellísima.
Subieron al coche, y Jake puso su lista de reproducción. Justin Bieber sonaba suavemente de fondo, y aunque Evelina no era la mayor fan, algunas de las canciones le gustaban. Jake había reservado en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, un lugar tan exclusivo que conseguir una mesa era casi un milagro. Pero claro, Jake era Jake.
─¿Estás lista para probar el mejor tiramisú de tu vida?─ Jake le ofreció su mano para ayudarla a salir del auto.
─¿Por qué tan confiado?─preguntó Evelina esbozando una sonrisa, aunque en su voz se podía sentir el nerviosismo.
Jake solo rió, mirando al frente con esa confianza que tanto la atraía.
Al llegar, un empleado del restaurante tomó las llaves del auto, y mientras subían los escalones hacia la entrada, algunos empleados los saludaron con un respeto evidente. Evelina sintió la formalidad del lugar, pero también algo más: una incomodidad que no sabía cómo manejar.
─¿No crees que es demasiada formalidad?─le susurró sintiendo la mirada de todos a su alrededor.
─Eso pasa cuando los padres de tu novio son los dueños─ Jake murmuró con una sonrisa cómplice.
Evelina se quedó muda por un momento. Cada día descubrían algo nuevo sobre Jake, y eso solo hacía que se sintiera más intrigada por él. Su vida era un enigma, y ella disfrutaba cada pedazo que lograba entender.
Con razón podía permitirse tener el aire acondicionado a tope todo el día, alegando que Layla pasaba calor.
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Math Boy|Shim Jake
Fanfiction❛❛No soy un nerd si es lo que piensas pero tampoco soy irresponsable❜❜ › prohibida copia, adaptación y traducción › no está permitido resubirla en alguna otra plataforma › agosto ❪2024❫ SOLO EN WATTPAD