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Jake se acercó a las gradas donde Evelina estaba sentada. Sus ojos se encontraron cuando ella bajó y, por un breve momento, el bullicio del gimnasio pareció desvanecerse. Se miraron en silencio, como si ambos estuvieran evaluando lo que querían decir.

─¿Cómo estuve?─preguntó Jake rascándose la nuca, un gesto que Evelina ya había notado que hacía cuando se sentía nervioso.

─Felicidades, estuviste muy bien ─respondió ella con una sonrisa sincera.

Para Jake, esas palabras valían más que la medalla que colgaba de su cuello.

─Claro, soy Shim Jake─bromeó ganándose una risa ligera de Evelina.

─Por cierto, esto es para ─añadió mientras buscaba en su mochila la botella de energético que había comprado antes.

Pero antes de que pudiera dársela, dos chicas del público se acercaron a Jake con botellas de agua en las manos.

─Jake, jugaste muy bien. Debes estar sediento─ habló una de ellas con una sonrisa coqueta.

Evelina apretó los labios mientras observaba la escena. Su entusiasmo por darle el regalo se desinfló de inmediato. Dudó si seguir adelante o no, pero terminó mordiéndose el orgullo. Después de todo, eran solo amigos, y Jake tenía derecho a su séquito de admiradoras.

Jake, sin embargo, notó su incomodidad. Aceptó las botellas que le ofrecieron las chicas con cortesía pero mantuvo su atención en Evelina.

─¿Y bien? ¿Qué era lo que tenías para mí?─ preguntó volviendo a mirarla directamente.

Evelina aclaró su garganta, tratando de disimular su incomodidad.

─Esto, pero veo que me ganaron ─dijo sacando finalmente la botella de energético.

Jake tomó la botella con una sonrisa amplia.

─Gracias, Evelina. ¿Cómo supiste cuál es mi preferido?

Ella reprimió una sonrisa al ver cómo Jake dejaba las otras botellas a un lado sin siquiera abrirlas y empezaba a beber lo que ella le había traído.

─Jake, me muero de sed ─interrumpió uno de sus compañeros de equipo acercándose para intentar quitarle la botella.

Jake le dio un manotazo, protegiéndola como si fuera un tesoro.

─Es mío.

—Siempre compartimos, ¿cuál es el problema?

─Que es mío─ repitió lanzándole una de las botellas que las otras chicas le habían dado.

Sin soltar su botella, Jake tomó la muñeca de Evelina y la guió hacia una de las gradas más apartadas para sentarse juntos.

─¿A la próxima también tengo que traerle a tu amigo?─ bromeó Evelina mientras se acomodaba.

Jake frunció el ceño de inmediato.

─Jamás. Solo a mí.






 Solo a mí

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Más tarde, después del partido, Jake estaba en la biblioteca, terminando una tarea de matemáticas una hora antes de que comenzaran sus clases. Gracias a su éxito en la competencia de física, estaba exento del parcial en esa materia, pero aún le quedaban pendientes por resolver.

Ya podía sentir el aroma de las vacaciones acercándose.

─¿Mucha tarea?─ preguntó Evelina sentándose a su lado mientras sacaba su carpeta.

─Desafortunadamente─ respondió sin apartar la vista de su calculadora.

Evelina echó un vistazo a los ejercicios que él resolvía. Solo ver tantos números ya le provocaba un ligero mareo. No tenía nada urgente que hacer, pero tampoco quería irse. Había algo reconfortante en estar ahí con Jake, observándolo concentrarse.

Llevaba puesto un suéter azul rey, que combinaba con su perfume, y las gafas que solía usar cuando estudiaba. Verlo resolver problemas matemáticos con tanta facilidad era fascinante, casi... atractivo.

─Pan comido─ anunció Jake, cerrando su libreta con satisfacción.

─Si hubiera sido yo, me habría tomado días resolverlo─ comentó Evelina ganándose una sonrisa de Jake, que de repente pellizcó su mejilla.

─¿No necesitas más tutorías?─preguntó él divertido.

─Creo que por ahora voy bien ─respondió Evelina intentando no mirarlo demasiado.

─¿Crees?─ repitió Jake arqueando una ceja.

Evelina asintió con una pequeña sonrisa.

Jake la observó por un segundo más, como si quisiera asegurarse de que decía la verdad. Pero al final, solo dejó escapar una risa leve.

─Si necesitas ayuda, sabes dónde encontrarme.

Y aunque no lo dijo en voz alta, Evelina sabía que podía contar con él para mucho más que eso.

Math Boy|Shim Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora