Math Boy｜Shim Jake

0.7

Evelina subrayaba el libro con cuidado, mientras Jake hacía su parte del trabajo. Para su sorpresa, él parecía bastante concentrado. Su bolígrafo se movía con rapidez sobre la hoja, anotando observaciones aquí y allá, como si realmente supiera lo que estaba haciendo.

De repente, Jake señaló una línea en el libro.

─Te equivocaste aquí.

Evelina frunció el ceño y volvió a leer el párrafo. Tenía razón.

─¿Cómo fue que te diste cuenta?─preguntó mientras tomaba su bolígrafo azul para corregir el error.

─El inglés es mi lengua natal.

Evelina levantó la mirada hacia él, incrédula.

─¿Y entonces qué haces aquí?

Jake soltó una risa despreocupada.

─Olvidé hacer el examen de colocación─ admitió con una sonrisa ladina─ por eso estoy aquí.

Evelina no pudo evitar reírse, y lo hizo de verdad. Fue una risa ligera, espontánea, que desarmó por completo la tensión que solía rodearlos. Jake notó el cambio, pero decidió no hacer ningún comentario al respecto. A fin de cuentas, tenía talento para fastidiarla, y no quería arruinar el momento.

Cuando terminaron el trabajo y lo entregaron, el profesor los felicitó por haber hecho un excelente equipo. Jake y Evelina intercambiaron una sonrisa rápida antes de recoger sus cosas y salir del aula, cada uno tomando caminos diferentes.

Casi se cayó de su silla cuando vio el rostro de Jake en esa publicación. ¿Se trataba del mismo Jake? ¿El chico que se quedaba dormido en clase?

Era extraño descubrir nuevas facetas de alguien. Evelina tenía entendido que esa competencia reunía a los mejores de la ciudad, y resultaba casi increíble ver a Jake ocupando el primer lugar. El mismo Jake que solía bostezar durante las lecciones y parecía tomarse todo a la ligera.

Apagó el celular y, distraída, miró por la ventana. Justo en ese momento, Jake pasaba por ahí, acompañado de sus amigos y rebotando un balón de básquetbol con una habilidad que parecía natural. Además de conseguir buenas calificaciones, parecía tener tiempo para todo.

─¿Por qué estás tan callada, Eve? ─la voz de Heejin la sacó de sus pensamientos─ ¿estás mirando a los basquetbolistas?

Evelina apartó rápidamente la vista de la ventana y cerró los ojos, tratando de aprovechar los pocos minutos de descanso que le quedaban.

─ ¿Por qué nunca me dijiste que tienes un hermano tan guapo?─ añadió Heejin, sentándose junto a ella.

─¿Qué?─ Evelina la miró con el ceño fruncido, confundida. Luego lo entendió─ ah, no le di importancia.

Lorenzo y Heejin se habían conocido el sábado por la madrugada, cuando Evelina, en un estado lamentable después de la fiesta, había enviado mensajes caóticos a su hermano. Lorenzo había decidido que era su deber ir a buscarlas. Lo curioso del asunto era que, en ese momento, los papeles entre Evelina y Heejin parecían haberse invertido: su amiga estaba mucho más lúcida que ella. Lorenzo, mientras tanto, se había encargado de regañarlas durante todo el camino, mayormente en italiano.

─Los regaños en italiano suenan diferente─ comentó Heejin con una sonrisa.

─Se irá pronto a Italia─ suspiró Evelina.

No sabía cuándo volvería a verlo. Quizás la próxima vez que viniera ya estaría casado o con una casa propia. Lorenzo siempre parecía ir un paso adelante en la vida, y Evelina sentía que el tiempo con él se escapaba demasiado rápido.

─No quería decirlo, pero en la fiesta te vi muy juntita con Shim Jake.

Evelina abrió los ojos de golpe y la miró con incredulidad.

─No digas tonterías─ apartó la mirada, intentando evitar que el calor subiera a sus mejillas. La última cosa que quería era recordar su humillante noche.

─Casi se besaban─ se burló Heejin con una risita.

─Para, por favor─ Evelina se llevó una mano a la cabeza, como si pudiera alejar el dolor de la resaca y, de paso, los recuerdos vergonzosos. Todo era un verdadero dolor de jaqueca.

q buen edit de canva 😘