«𝗦𝗼́𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼, 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗮𝗰𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀...»
~ Pasaron casi tres años desde la dolorosa despedida de Sophia...
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SOPHIA
Mordí una fresa de mi desayuno mientras en mi cabeza repasaba todo lo sucedido el día de ayer.
Desde el desayuno en la cafetería hasta lo más relevante más tarde.
Me prometí no volver a actuar como una jodida miedosa que huye todo el tiempo porque no sabe cómo reaccionar.
Aunque es verdad que hoy esperé a que ellos terminarán de desayunar y se fueran para así poder bajar, ¡Pero eso no importa!
Ellos tuvieron que ir a cerrar algunas fechas de shows. Hoy me tocaba a mí ir a ensayar por lo que me apuraba lo máximo posible en tomar mi licuado en un solo trago.
-Sophia, podemos ir yendo-Aconsejó la vocesita de Armin con una libreta.
-Claro, ya terminé de todos modos-me levanté de mi asiento para caminar hasta fuera del hotel.
Saqué un cigarro suelto de mi bolsillo y voltee hacia Marshall.
-¿Fuego?-le pedí a lo que me extendió un mechero.
Todas estas cosas me estresaban y no podía evitar caer en la tentación de la nicotina.
Sin mencionar que vivo rodeada de fumadores y el aroma a tabaco siempre se metía sin permiso en mis fosas nasales.
Encendí el cilindro y aspiré para después expulsarlo en un soplido relajado.
Inconscientemente provoqué que el jugo en mi estómago se revolviera y un mareo me azote.
-Al carajo...-murmuré y tomé el cenicero para aplastar allí el tabaco.
Repiquetee mis dedos en mi rodilla esperando llegar para probar dos canciones de mierda e irme nuevamente.
Al llegar no hubo mucha ciencia más allá de lo que ya predije.
Pero una vez estuve sentada con el micrófono entre mis manos y frente a mí mi manager, gente encargada de los parlantes, y aún más. Me bloquee adentrándome en mis pensamientos.
