SOPHIA
No había parado de llover en todo el puto día.
Creímos que solo serían un par de gotas sin importancia y pararía pronto.
Pero desde hoy a la mañana donde tomamos el chocolate caliente de Gustav (delicioso por cierto), solo se intensificó más, haciéndose ahora una gran tormenta, que provocaba que los perros se metieran debajo de los muebles y ladraran con desesperación.
Por su parte, motita simplemente dormía (como siempre) plácidamente en el sofá sin inmutarse a pesar de los estruendosos truenos resonando.
—Que clima de mierda—opinó Hanna fumando un cigarro junto al gran ventanal que daba hacia afuera.
—¿De quién fué la idea venir aquí sin ver el pronóstico?—masculló Tom al lado de la morena igual que ella exhalando humo.
Relamí mis labios algo apenada y Bill estuvo a punto de hablar en mi defensa supongo Pero decidí responder.
—Fuí yo, Pero en las noticias decía que solo sería una llovizna—me justifiqué.
—Claramente no...—murmuró Georg pasando las palmas de sus manos detrás de su nuca en el sillón.
—A mí me gusta la lluvia...—musitó Gustav tiernamente.
—A TÍ, Gustav—lo señaló Tom.
—¿Y a quién mierda le gustaría pasar año nuevo con lluvia?—Preguntó sarcástico otra vez Georg apoyando a su amigo de trenzas.
—Ese planteamiento es ridículo, mañana no está pronosticado tormenta o llovizna, solo era hoy—defendí.
—¿Quien sabe si la lluvia durará hasta mañana?—objetó Tom y rezongué molesta debido a que tenía razón.
Pero no tenían por qué irse contra mí por un error, solo era una estúpida tormenta...
—¿Y tú porqué estás tan jodidamente histérico?—me harté.
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Proceso A Sanar © | Tom Kaulitz
أدب الهواة«𝗦𝗼́𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗰𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼, 𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗮𝗰𝗮𝗯𝗮𝗻 𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀...» ~ Pasaron casi tres años desde la dolorosa despedida de Sophia...