Proceso A Sanar © | Tom Kaulitz

Nueve

TOM

Había salido fuera de la casa para buscar a Sophia, quien desde que Hanna se llevó, jamás volví a verla desde entonces.

Y obviamente al ver a Georg junto con su novia escabullirse dentro de un closet supe que Sophia estaba sola.

Pero en medio de tanta búsqueda me sentí un poco ansioso, por lo que saqué un cigarro de marihuana, solo para relajarme...

¡Eso no podía considerarse droga!

...Al menos no como lo que consumía normalmente.

Me paré en una esquina apartada más que nada para no molestar a nadie con el humo.

Pero cuando el porro se acabó, mi pulso comenzó a temblar.

Las palmas de mis manos empezaron a sudar y sentí cómo un nudo grueso se formaba en mi garganta.

Andreas a mi lado lo notó pero no aportó palabra, si no que siguió hablando como para de alguna forma distraerme.

Troné mis nudillos y mordí mi labio inferior tan fuerte que ni siquiera percibí cuando el sabor metálico brotó.

-Y... Por cierto, ¿Dónde está Sophie?-preguntó como si la nombrada fuera mi jodida medicina.

-No tengo ni puta idea, la estoy buscando hace media hora-alcé mis hombros.

Asintió y llevó la lata de cerveza a sus labios.

Se formó un pequeño silencio y no pude seguir ignorando la ansiedad que me carcomía internamente.

-Aguárdame un momento-palmee su hombro y caminé apresuradamente adentro otra vez.

Estaba en un trance tan necesitado que me importaba un carajo si empujaba a quien sea que se atravesara en mi camino.

Y efectivamente era así porque no me interesó demasiado mover a un lado a una melena rubia que apenas aprecié.

-¡¿Tom!?, ¿Qué carajos?-oí que me gritó a causa de que seguí caminando sin prestarle atención.