Los altos árboles se mecían suave con la brisa de la tarde, haciendo que el sonido de los pájaros lejanos pudiese escucharse como un eco onírico. A todas luces era una mañana tranquila, tan calma que incluso las pisadas que daban sobre las hojas secas bajos los árboles hacían resonancia en el bosque. La luz del sol se filtraba entre las ramas, jugando con las sombre entre ellos. Hasta la tierra tenía un familiar olor húmedo que cosquillaba en la nariz de Hinata. Era un aroma que evocaba en los días de lluvia en el lugar en que vivía ahora, cuando todo olía a humedad, musgos y barro. Al menos en ese lugar el aroma tenía una cierta frescura herbal.
Habían dejado Konoha cerca del mediodía, de la misma manera en que habían entrado. Los exámenes chunin estaban por terminar y en ese momento se libraban las batallas finales. Los ojos de la aldea estaban por completo en el estadio, era el mejor momento para pasar desapercibidos en un barrio habitado por fantasmas. No podían contar con que ese sector de Konoha permaneciera descuidado cuando las figuras diplomáticas de las otras naciones volvieran a sus aldeas. Sasuke había decidido que ese era el momento para abandonar la aldea. Apenas había tenido un par de horas para intentar recuperarse de la falta de chakra, las heridas y el agotamiento emocional que experimentaba, pero no había más opción que confiar una vez más en que juntos podían salir de ahí.
Ya estaba afuera. Ya no necesitaba seguir con él.
Repentinamente, las pisadas cesaron y todo se volvió extrañamente silencioso, como si el propio bosque estuviese expectante ante lo que estaba por ocurrir.
Tan pronto dejó de caminar, los ojos de Hinata se encontraron con los de Sasuke, quien también se detuvo. Su mirada permaneció fija en ella, preguntándole sin palabras qué ocurría para que dejara de moverse. La joven mantuvo en silencio sus ojos sobre él, demasiado agotada para hablar innecesariamente, dejando que el mensaje fuese dado a entender.
A pesar de su silencio cargado en resentimiento, lo había seguido sabiendo que era su mejor opción para abandonar Konoha sin ser detectada. Los dioses sabían que no deseaba permanecer en ese lugar que alguna vez había llamado su hogar y que ahora le resultaba desconocido, frío y lejano. En ese momento, más allá de los altos muros de la ciudad que alguna vez había creído destruida y que seguía de pie como un recordatorio a su increíble ingenuidad, ya no necesitaba permanecer con él. De hecho, lo que menos deseaba era seguir escuchando su respiración cerca de ella.
Fugazmente, la idea de asesinarlo cruzó su mente, lo cual la estremeció; comprender que asesinarlo no era algo que deseaba, sino que seguramente debía hacer a esa altura, hizo que punzara una parte adormecida de su alma. Pero el dolor pasó, tan fugaz como si hubiese sido un simple escalofrío en otoño, para así hundirse en su propia racionalidad. Después de todo, eventualmente llegaría a eso. ¿Por qué prolongarlo? Sasori-dana le habría dicho que era inevitable y que perdía el tiempo esperando una resolución al conflicto en que se encontraba. Y perder el tiempo era inaceptable. Casi podía escuchar a Deidara Sempai regañándola por ser tan estúpida mientras prolongaba aquella carga dolorosa sin motivo, pues cargar con un dolor constante que no pudiese ser aliviado a través de una explosión, era poco artístico.
Eventualmente, Sasuke buscaría herir a Itachi. Y ella no iba a permitirlo. Si podía poner un final a aquella amenaza, era su deber hacerlo.
―Aún no recuperas por completo tu chakra. Sería estúpido de tu parte intentarlo precisamente ahora ―dijo Sasuke con frialdad sacándola de sus propios pensamientos, comprendiendo qué era lo que cruzaba su mente.
Estaba siendo desprolija ocultando sus sentimientos si Sasuke podía leerla con tanta facilidad, por lo que frunció levemente las cejas en su dirección irritada de que él se diese cuenta que le estaba dando vueltas a la idea de que ambos se enfrentaran.
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El Precio de la Paz [Naruto Fanfic]
FanfictionPor deber, para proteger la paz reinante y ganar un poco de tiempo para detener el eminente golpe de Estado que el clan Uchiha planea, Itachi acepta desposarse con Hinata Hyuga, la hija del líder del segundo clan más importante de Konoha. Ambos tend...