Octavo Acto
ANTE MERÍDIEM
Hace alusión a las horas posteriores a la medianoche y anteriores al mediodía.
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—Podremos descansar en esa Aldea esta noche —dijo deteniéndose al notar que el bosque se volvía menos espeso y que pronto se abría paso un camino de piedra frente a ellos que serpenteaba hacia la colina, con hermosos faroles de colores colgados sobre los árboles aledaños—. Necesito que haga un último esfuerzo para que consigamos llegar allá, ¿Puede hacerlo?
—S-sí —respondió la pequeña con la voz temblorosa por el frío, el hambre, el cansancio, el sueño y la incertidumbre—. ¿Dónde estamos, Itachi-san?
—Detrás de la colina se encuentra ciudad Otafuku —respondió con calma sin mirar atrás, sólo siguiendo el camino con la mirada perdida y los hombros pesándole más que de costumbre—. Podremos comer y dormir ahí esta noche.
Quizás se hubiese demorado menos en llegar a ese poblado si Hinata hubiese sido más rápida y no se hubiesen detenido a esconder durante el trayecto. Algunos shinobis de Konoha los habían intentado seguir, pero Itachi se deshizo de ellos rápidamente ocultando su presencia mientras avanzaban cerca de un pequeño estero. Seguramente el tercero los había mandado para guardar las apariencias de lo que realmente estaba sucediendo. Era lo que esperaba y había entrenado mucho tiempo dentro de ANBU para hacer de él un ser invisible en ese mundo. Los shinobis de Konoha nunca tuvieron oportunidad contra Itachi, después de todo, era un genio cuando se trataba de ese tipo de misiones.
Ocultó bajo una capa color beige su indumentaria de ANBU. Su protector de frente aún estaba en su lugar y no había desactivado el sharingan. Seguramente, si alguien lo hubiese visto habría asumido que era un shinobi, por ello, había esperado que llegara la noche para poder ingresar a la ciudad. De esa manera, no habría preguntas ni miradas indeseadas.
Había escogido ciudad Otafuku precisamente porque los extranjeros que iban y venían de ella la hacían un sitio en el cual no se hacían preguntas al notar personas distintas. Había decenas de hostales, bares, restaurantes, salones de té e incluso un barrio de placer. Por ello, ciudad Otafuku se caracterizaba por ser un sitio de paso, en el cual se podía encontrar buenos hostales, descanso, comida y diversión.
Cuando llegó a la cima y vio las luces de la ciudad supo que era probable que encontrara un lugar en esa villa que pudiese albergar a Hinata. Debía abandonarla antes de emprender su camino hacia Amegakure.
Madara se lo había pedido.
Me llevaré a Hinata-san —le había dicho al tercero cuando lo vio después de que su misión se había llevado a cabo—. Sólo necesito que prometa que cuidará de Sasuke en mi lugar.
Sasuke estará bien. Tienes mi palabra de ello —había respondido el tercero—. Los Hyūga no te seguirán. Le informaré personalmente a Hiashi que su hija fue encontrada muerta junto al resto del clan.
Querrá ver su cuerpo —dijo pensativo. Lo último que hubiese querido era tener a todo el clan Hyūga buscándolo para así averiguar el paradero de la niña esposa.
Danzo ya ha solucionado eso —respondió el tercero bajando el rostro y apretando el puño.
Itachi no quiso saber nada más. No quiso si quiera pensar a que pobre niña Danzo habría asesinado y quemado para poder llevarle sus huesos a los Hyūga. Sólo sabía que su misión ahora era huir de Konoha y seguir ayudándola desde las sombras. Su misión era saber cómo Madara Uchiha había sobrevivido durante tanto tiempo y cuál era el objetivo de la organización que había formado en Amegakure.
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El Precio de la Paz [Naruto Fanfic]
FanfictionPor deber, para proteger la paz reinante y ganar un poco de tiempo para detener el eminente golpe de Estado que el clan Uchiha planea, Itachi acepta desposarse con Hinata Hyuga, la hija del líder del segundo clan más importante de Konoha. Ambos tend...