SEGUNDO ACTO

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Segundo Acto
LUNA CRECIENTE

Es la primera aparición de la Luna en el cielo. En esta fase lunar, la Tierra, la Luna y el Sol están casi alineados en el espacio. Es el primer atisbo de luz que aparece en la oscura cara de la Luna.



—¡Por supuesto que yo seré el Hokage Kiba! —exclamó un niño rubio con gafas para el agua amarradas alrededor de su cabeza.

—Deja de ser tan ruidoso —le pidió un chico que usaba una coleta de caballo alta y tenía un aspecto bastante desarreglado— ¿Por qué seguimos juntándonos con él? Es tan problemático.
—Nunca serás el Hokage si compites conmigo, ¿verdad Akamaru? —el perrito que llevaba el niño Inuzuka en la cabeza ladró con fuerza.
—Tengo hambre —les indicó un niño un tanto rellenito con espirales en sus mejillas— ¿Por qué no vamos a comer algo?
—¡Claro que no! ¡Vamos a jugar Ho-ka-ge! ¡El último en llegar a la cima de la montaña invita al resto a comer ramen y el ganador será Hokage por el día! —gritó el rubio sacándole la lengua, comenzando a correr.
—¡Nunca me ganarás, perdedor! —le contestó Kiba aceptando el desafío, corriendo atrás de él.
—Que molesto es todo esto... —se quejó el pelinegro, comenzando a correr también.
—¡E-espérame Shikamaru! —le pidió el niño Akimichi mientras los perseguía torpemente.

Los cuatro comenzaron a correr dejando atrás la Academia y a la chica que los miraba desde la entrada. Sonrió melancólicamente poniendo una mano sobre su pecho, intentando controlar el dolor que se formaba en ese lugar. Como le habría gustado poder seguirlos y preguntarles si podía jugar con ellos también, tal vez alentar a Naruto y acariciar el lomo del pequeño Akamaru. Sólo imaginarlo la hizo sentir como si ella también hubiese estado corriendo con ellos y aquello pareció animarla un poco.

Suspiró suavemente, dándose cuenta de la realidad. Estaba sentada en completa soledad, ignorada por sus pares mientras pasaban a su lado. Todos parecían tener a alguien especial, a algún amigo con quien compartir el finan del día... excepto ella. Ella tenía a Sasuke y como de costumbre estaba esperando que terminara de entrenar para que volvieran juntos a casa.

—Nos vamos —escuchó de pronto y vio como éste pasaba a su lado.

Se puso rápidamente de pie y comenzó a seguir al pelinegro unos cuantos pasos más atrás esperando no molestarlo con su presencia. Que estuviesen volviendo a la casa de los Uchiha tan temprano la sorprendió. Por lo general Sasuke se quedaba en la academia toda la tarde y a veces hasta parte de la noche. Lo único que se le ocurrió fue que debía tener un motivo importante para irse temprano.

Para ser sinceros, Sasuke la ponía un tanto nerviosa. Desde el primer día de clases en la Academia se había aislado de todos y se enfocaba sólo en entrenar y estudiar. Las únicas ocasiones en que era realmente amable o se enfocaba en los demás era durante las clases de colaboración shinobi. Aparte de eso, Sasuke Uchiha era un misterio para todos. Hinata creía firmemente que el pelinegro no estaba ahí para hacer amigos, sino, para ser el mejor de la clase. Así eran los Uchiha, un clan de elite y todos lo comentaban. Cada vez que Sasuke pasaba por los pasillos había alguien susurrando lo genial que eran los Uchiha y que él seguramente iba a ser un shinobi muy poderoso.

No obstante, después de su matrimonio con Itachi lo que había sido indiferencia de parte de Sasuke se convirtió en clara antipatía. Por algún motivo parecía molesto con ella todo el tiempo. Cuando lo saludaba, sólo le respondía con una mirada fría, cuando desayunaban juntos no le daba los buenos días y cuando caminaban hacia o desde la Academia, siempre apresuraba el paso para no avanzar uno al lado del otro.

El Precio de la Paz [Naruto Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora