Responsabilidades

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Pete POV

Había leído un centenar de veces los efectos que causaba en el cuerpo el roce de un alfa, era una materia obligatoria en la escuela, como omegas que se preparaban para la posibilidad de convertirnos en consejeros y salir de Ágama a enfrentarnos a un mundo diferente, los adultos se sentían responsables de enseñarnos todo lo que podía pasar allá afuera.

Lo bueno, lo malo y lo que caía en un limbo de emociones confusas. Desde los principios de lo que era el celo y las marcas, hasta lo peligroso que era ser deslumbrado por las feromonas de un alfa. Y, aun así, no creía que nadie me hubiera explicado lo maravilloso que era ser besado por uno de ellos.

Nadie menciono que sus manos podían ser tan delicadas o que la forma en que te sostenían te hacía sentir a salvo de todo, por primera vez me cuestioné las enseñanzas de Ágama, estábamos tan asustados del pasado que las lecciones más allá de ayudar, creaban miedos.

Después de experimentar mi primer celo, desarrollé un temor irracional a toparme con un alfa que me tomaría sin permiso, no volvería a ver a mi familia y estaría drogado por sus feromonas el resto de mis días. Para ir a la escuela debía asegurarme de estar acompañado y las salidas al mercado con mis abuelos se convirtieron en un martirio, tanta gente desconocida, soldados que compraban sus enseres para el campamento, sabía que estaban ahí para protegernos, pero en mi pesadilla, los alfas eran bestias que no podían controlarse una vez iniciado su rut.

Recordaba especialmente una época en que mi abuelo no podía soltar mi mano bajo ninguna circunstancia, porque yo no dejaba de tener visiones de alguien mirándome, en un mar de gente, siempre sentía unos ojos negros sobre mí y me aterraba imaginar a una bestia acechándome. Nunca hubo pruebas de que alguien estuviera siguiéndome y con el tiempo decidí que era solo una pesadilla.

Comencé a ir a la biblioteca pública a investigar sobre todo lo que desconocía, convencido de que la única forma de terminar con mis miedos, era el conocimiento. Así que durante semanas leí un libro tras otro de los diferentes géneros, lo que nos hacía distintos y lo que compartíamos, pero incluso con esa larga investigación, en ningún lado mencionaron lo bueno que era estar en los brazos de un alfa que te miraba como si el mundo no tuviera sentido antes de ti.

―Ven a dormir conmigo, pediré que lleven tus cosas a mi estancia. ―rogó acariciando la punta de mi nariz con la suya, mis labios dolían después de horas siendo atacados por él y mi espalda me mataría por los libros que se encajaban contra mí en esa posición, pero igual no podía dejar de sonreír.

―Sabes que no podemos hacer eso. ―musité con la garganta ronca, aún no encontraba mis apuntes y dudaba que fuera a hallarlos pronto si continuábamos besándonos contra el librero, pero cada que trataba de salir de su agarré, era atacado por una serie de besos que lograban regresarme a la burbuja en que estábamos, tanto que era difícil negarme a lo que sea que pidiera.

―Tu celo y mi rut han terminado, no corres peligro a mi lado. ―murmuró con ese tono de convencimiento que tenía bien entrenado.

―Jamás pensé que corriera peligro a tu lado. ―respondí rozando sus labios con cada palabra que salía de los míos.

― ¿Qué nos detiene entonces? Pronto serás mi esposo, anunciaré que estamos comprometidos para evitar los rumores y volveré al calabozo en mi periodo de calor, para que puedas dormir tranquilo en nuestra alcoba, al menos hasta que estemos casados. ―sus ojos oscuros se clavaron en mi mirada y jugué con los mechones de su cabello que comenzaban a ser demasiado largos, sintiendo su cuerpo temblar contra mí entusiasmado. ―Nunca he compartido la cama con nadie y no creo poder esperar hasta la boda para dormir a tu lado.

―Me temo que quieras hacer más que dormir si me mudo a tus aposentos. ―confesé apretando más mi agarré en su cuello para atraer aún más su rostro al mío, no quería hablar ahora, aun con los labios adoloridos e hinchados, quería que siguiera besándome un poco más.

Call me yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora