Compromiso

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Pete POV

Los días siguientes no fueron muy diferentes a los anteriores, excepto por el hecho de que llevaba un anillo debajo de los guantes y Vegas no dejaba de colarse en la biblioteca privada para deshacerse de ellos para poder ver la deslumbrante en mi mano, solía quejarme de que si continuaba con ello ninguno de los dos terminaría su trabajo, pero no parecía importarle mucho cuando atacaba descaradamente mis labios a plena luz del día.

―Basta, debes volver a trabajar. ―farfullé apartándolo de mis labios con ambas manos, su ojos cafés estaban más negros de lo que recordaba e incluso sus mejillas parecían tan rojas como un par de manzanas.

―Me he aburrido de leer informes, no hay nada nuevo en ellos. Kim mantiene todo como un gran secreto y mi gente no ha conseguido nada importante. ―debatió antes de luchar por tomar mis labios de nuevo, negué girando el rostro lo suficiente para que besara mi mejilla en lugar de su objetivo. ―Pete. ―gruñó frustrado, deslizando sus manos por mi espalda hasta rozar mi trasero, empujándome deliberadamente contra su cuerpo.

―Bien, si no quieres ir a trabajar no lo hagas, pero yo sí regresaré a mis actividades. ―bufó apretando con más fuerza el agarré a mi alrededor y volvió a inclinarse buscando mis labios, solo para fallar de nuevo con mis huidas.

―No hagas eso. ―farfulló llevando una de sus manos hasta mi barbilla para obligarme a mirarlo a los ojos de nuevo.

―Si te permito seguir aquí besándome, jamás terminaré con las lecturas que tengo pendientes. ―murmuré con severidad. ―Pero estás invitado a quedarte si prometes dejarme hacer lo que tengo que hacer.

―Lo que debemos hacer es planear el anuncio de nuestras próximas nupcias. ―exclamó dejando un rápido beso en la comisura de mis labios.

―Eso no es urgente.

―En los libros que me obligaste a leer, dice que la regla es hacerlo dentro de los primeros días después de comprometerse, sino se podría ofender a la familia del omega con quien he decidido contraer matrimonio. ―fruncí el ceño completamente fuera de balance con semejante comentario.

― ¿En qué libro has leído eso?

―El libro de modales para cortejar a un omega. ―puse los ojos en blanco y negué saliendo finalmente de su agarré, ni siquiera recordaba esa cosa, lo había conseguido exclusivamente para él, nunca hubiera imaginado que regresaría a acecharme de esa manera. ―En teoría debería haber pedido permiso a tu padre primero, pero supuse que sería raro ya que no lo conozco todavía y pararme en su puerta para solicitar tu mano habría sido una introducción bastante incomoda.

―Debí buscar un libro menos arcaico, ya nadie hace esas cosas y te puedo asegurar que mi familia no tomara como ofensa si decidimos esperar para anunciar el compromiso, así que no hay nada que temer. ―tomé los libros esparcidos por el escritorio que había terminado de leer más temprano para regresarlos a su lugar, limpiando el espacio para seleccionar nuevos títulos de la inmensa biblioteca.

―No es solo eso, también se supone que cuando un miembro de la corona se compromete, el Rey tiene máximo un mes para anunciarlo formalmente, sino se tomara como que no ha dado su permiso y bendición a la pareja. ―me detuve entre el escritorio y el librero mirándole con el ceño fruncido.

Habían pasado décadas desde que hubo un matrimonio Real en Arya, mucho más desde que el Rey tuvo que dar el permiso para dicha unión, pero Vegas tenía razón, teníamos un plazo forzoso para el anuncio oficial, en especial con el espectáculo que Kan había hecho cuando le confirmamos que estábamos comprometidos, la mitad del palacio lo sabía y los rumores debían estar recorriendo toda la capital a esta hora, con algo de suerte llegaría a mi familia la noticia antes de que pudiera darme un tiempo para ir a Ágama para contárselos yo mismo.

Call me yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora