Incierto

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Pete POV

La brisa del amanecer erizaba la piel, me costaba mantener los ojos abiertos y no estaba seguro de que mis maletas tuvieran todo lo necesario para un viaje de al menos dos días, pero la opción de quedarme en el palacio se había desvanecido antes de siquiera colocarla sobre la mesa.

Vegas solía viajar en un caballo cargado con una pequeña maleta, así había llegado al castillo meses atrás y según su padre, así se iba cada que regresaba al campo, sin embargo, para este viaje decidió pedir una especie de carruaje como los que habíamos visto en el pueblo hacía semanas, no llevábamos mucho equipaje y seríamos solo nosotros dos acompañados de un par de vigías, no veía el propósito de un transporte que haría más largo el camino.

―Sera más rápido si cada uno lleva su propio caballo. ―murmuré observando a los guardias y empleados del castillo desesperados por encontrar una forma adecuada de hacer el transporte eficiente para un periodo más largo, ya que normalmente no lo usaban para ir más allá de la fronteras de la capital.

―Así te será más cómodo el viaje. ―musitó apartando la mirada de sus colegas para centrarla en mí, fruncí ligeramente el ceño y la suave brisa me hizo temblar, antes de siquiera considerar subir a buscar otra capa de ropa sus manos colocaron su capa sobre mis hombros cuidadosamente.

―Gracias. ―susurré mirando de reojo a los hombres que trabajaban contra el tiempo para salir lo antes posible, ni siquiera estaban prestándonos atención y aun así mis mejillas se calentaron. ―Si quieres llevarlo por mí, debes saber que estoy bien con viajar en un caballo, lo hice cuando vine aquí por primera vez y estaré bien en hacerlo de nuevo. ―murmuré envolviéndome con la suave tela de su capa, dejando que sus feromonas me embriagaran suavemente.

―No siempre podemos quedarnos en hostales para descansar y no quiero que tengas que dormir en el piso a la intemperie. El carruaje servirá para que pases las noches. ―explicó terminando de anudar la capa alrededor de mi cuello.

―Estaré bien durmiendo igual que los demás, Vegas. ―murmuré apenado con los hombres que tendrían que trabajar extra para llevar el carruaje solo para mí. ―Tenemos una tienda y sacos para dormir, es más que suficiente. No se ve bien que tenga un trato diferente solo por mi relación contigo.

―Eres el consejero real, mereces un trato distinto incluso si no tuviéramos una relación. ―farfulló sin la menor pisca de duda en su voz. ―Y no me gusta la idea de que los guardias puedan verte dormir.

―Si mi presencia hará el viaje más pesado para los demás, lo mejor sería que me quede aquí, podrán ir y volver en menor tiempo, y el equipaje será más ligero. ―musité cruzándome de brazos, su cuerpo se tensó y clavó su mirada en la mía.

―Esa no es una opción. ―sentenció rodeando mi cintura con sus brazos. ―Con todo lo que ha pasado en el reino de Kim, no voy a arriesgarme a dejarte solo por varios días.

―No estaré solo, dormiré en la misma habitación donde lo he hecho el último año, desayunaré con tu padre cada mañana y haré mi trabajo como siempre, sin salir del palacio y bajo la custodia de los guardias. ―negó con firmeza. ―Ellos me han protegido, igual que a todos los que viven en el palacio, durante todo el tiempo que he estado aquí, nada malo va a pasar.

―Ellos no pueden protegerte como yo lo haría. ―murmuró llevando sus dedos a mi barbilla para obligarme a mirarlo, mostrándome la veracidad de sus palabras, a la par del miedo que lo controlaba desde que se enteró de la muerte de sus primos lejanos.

No tenía palabras para calmarlo, en realidad no planeaba quedarme, tan solo quería que accediera a cambiar el medio de transporte, sin embargo, aún no estaba acostumbrado a la intensidad de sus emociones después de la marca.

Call me yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora