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Mientras la lluvia seguía su suave danza sobre la cueva, sentí que había llegado el momento de abordar lo que había estado en el aire entre HyunJin y yo. A pesar de las tensiones previas y el dolor que había experimentado, me di cuenta de que había algo más profundo en HyunJin. Lo que había considerado inicialmente como una mera fachada de frialdad parecía ocultar una capa de sentimientos que, aunque reprimidos, estaban presentes.

Observé a HyunJin mientras se movía por la cueva. Sus acciones, aunque a menudo prácticas y directas, contenían indicios de una vulnerabilidad que estaba empezando a salir a la superficie. Aproveché la oportunidad para acercarme a él de una manera que podría abrir una puerta hacia una comunicación más profunda.

—HyunJin —empecé, mi voz suave pero cargada de intención—, ¿cómo te has sentido últimamente? Me he dado cuenta de que estás más pensativo.

HyunJin se detuvo un momento y me miró con una expresión que oscilaba entre la sorpresa y la intriga. Su actitud se había vuelto un poco más abierta últimamente, pero aún era difícil para él dejar sus emociones completamente al descubierto.

—No es fácil para mí hablar de mis sentimientos —dijo, su tono un poco más relajado de lo habitual—. Pero creo que estás viendo algo que yo mismo no había querido admitir.

Me acerqué un poco más, intentando no invadir su espacio pero mostrando mi disposición a escuchar y entender. Su sinceridad estaba comenzando a abrirme nuevas perspectivas sobre él, y decidí que era el momento de continuar.

—No tienes que hacerlo solo —le dije, buscando transmitir una sensación de comprensión genuina—. Estoy aquí para ti, no solo como alguien que cuida de los bebés, sino como alguien que realmente se preocupa por ti.

HyunJin parecía reflexionar sobre mis palabras. La expresión de su rostro se suavizó ligeramente, y por un momento, vi un destello de vulnerabilidad en sus ojos. La distancia que había mantenido hasta ahora parecía estar disminuyendo, y decidí que era el momento de hacer un esfuerzo consciente para ayudarle a derribar las barreras que aún mantenía.

—Felix, a veces me pregunto por qué sigo actuando así —dijo, su voz un poco vacilante—. Hay cosas que me confunden, sentimientos que no puedo controlar.

—Todos tenemos esos momentos —respondí con empatía—. A veces, nuestras emociones son más complicadas de lo que queremos admitir. Pero es importante enfrentarlas, no ocultarlas.

La conversación continuó de manera más fluida. Mientras hablábamos, me di cuenta de que estaba ayudando a HyunJin a abrirse un poco más, permitiéndole compartir pensamientos que antes había mantenido guardados. Este proceso estaba creando una conexión más profunda entre nosotros, y la atmósfera de la cueva parecía estar cargada de una nueva energía.

—¿Qué es lo que más te preocupa, HyunJin? —pregunté, tratando de dirigir la conversación hacia una comprensión más profunda de sus emociones.

HyunJin se quedó en silencio por un momento, mirando los bebés que dormían tranquilamente. Finalmente, habló con una sinceridad que me sorprendió.

—Me preocupa no estar a la altura de lo que se espera de mí, tanto como rey demonio como... como padre —dijo, su voz llena de una mezcla de inseguridad y preocupación—. Quiero ser digno de mi linaje, pero también me preocupa que no pueda ofrecer lo que los bebés realmente necesitan.

—Nadie puede ser perfecto —le respondí con una sonrisa amable—. Lo importante es que estás intentando hacerlo lo mejor posible. Eso ya dice mucho sobre tu carácter.

La conversación continuó, y a medida que pasaba el tiempo, sentí que las barreras entre nosotros se derrumbaban gradualmente. HyunJin estaba comenzando a abrirse más, y yo estaba decidido a seguir adelante con esta nueva dinámica de comunicación.

HOLOCAUSTO // HYUNLIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora