La cueva estaba tranquila, iluminada por las suaves luces de las velas que habíamos colocado para darle un toque de calidez. El ambiente estaba cargado con un aire de comodidad renovada tras nuestras recientes interacciones, y el sonido ocasional de las gotas de lluvia que caían desde el techo de piedra apenas perturbaba la calma que había entre nosotros.
HyunJin había decidido relajarse un poco después de un día particularmente agotador. Con una actitud despreocupada, se despojó de su kimono, quedando solo con una camiseta sin mangas ni cuello que dejaba al descubierto sus bien definidos músculos y unos pantalones holgados negros que se ceñían levemente a su figura. La camiseta ceñida al cuerpo, sin cuello y sin mangas, resaltaba sus hombros anchos y su torso esculpido. A pesar de su aparente despreocupación, el simple hecho de estar tan expuesto en la cueva hizo que la atmósfera entre nosotros cambiara.
Yo estaba en el rincón, organizando algunos objetos y ajustando las mantas de los bebés, cuando noté la presencia de HyunJin acercándose. Su forma de moverse, con una mezcla de confianza y desinhibición, hizo que mi atención se centrara en él. La camiseta sin mangas dejaba al descubierto sus bíceps firmes y la piel dorada que contrastaba con la oscuridad de los pantalones. Cada movimiento suyo revelaba una parte de su cuerpo que antes había sido oculta bajo sus ropajes de rey demonio.
Sentí una oleada de atracción que me sorprendió y me intimidó al mismo tiempo. Mi corazón empezó a latir más rápido mientras observaba a HyunJin pasearse con esa apariencia tan reveladora. Era difícil no notar la manera en que su cuerpo se movía con una gracia casi felina, y el brillo en sus ojos parecía ser una invitación que no podía ignorar.
Antes lo había notado y lo había detallado un poco, esa vez cuando enferme despues del parto y el preparo medicinas para mi. Pero ahora, que estaba en un mejor estado podía detallar todo de el, llegando a la misma conclusión desde la primera vez que lo ví vestido de esa forma.
HyunJin se acercó a mí, su actitud relajada contrastando con la intensidad de su mirada. Se inclinó ligeramente, dejándome ver más de cerca la curva de su cuello y el perfil definido de su rostro.
—¿Qué te pasa? —preguntó con una sonrisa juguetona—. Pareces bastante distraído, ¿te pasa algo?
No pude evitar sonrojarme al ser sorprendido en mi observación. Intenté enfocar mi mirada en algo más neutral, pero era imposible no sentirme afectado por la cercanía de HyunJin y la forma en que su cuerpo revelado captaba toda mi atención.
—Nada —respondí, tratando de sonar indiferente—. Solo estaba organizando algunas cosas. No es como si estuviera mirando tu camiseta.
HyunJin soltó una risa baja y seductora, que hizo que me sintiera aún más incómodo. Se acercó aún más, su rostro ahora a solo unos centímetros del mío. La proximidad y su imponente presencia me hicieron sentir vulnerable.
—¿De verdad? —dijo, su voz era un susurro que parecía acariciar mi piel—. Porque no parece que estés prestando mucha atención a lo que haces. ¿Te molesta mi forma de vestir?
Me esforzaba por mantener la calma, pero la forma en que se movía y la actitud que mostraba eran irresistibles. Cada vez que se acercaba, sentía una mezcla de atracción y vulnerabilidad, como si estuviera atrapado en un juego que no sabía cómo manejar.
—No es que me moleste —respondí, intentando desviar la conversación—. Solo... no estoy acostumbrado a ver a un rey demonio tan informal.
HyunJin levantó una ceja, su mirada se volvió aún más intensa. La forma en que me miraba me hizo sentir como si estuviera desnudo, a pesar de estar completamente vestido.
—¿Informal? —repitió, sonriendo—. Creo que estás exagerando. Es solo ropa cómoda. Pero si te resulta tan fascinante, quizás deberíamos hablar más sobre eso.
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HOLOCAUSTO // HYUNLIX
FanfictionDónde HyunJin es el rey del Inframundo, el cual está en busca de una persona completamente digna a sus caprichos que pueda concebir a su próximo heredero. O donde Lee Felix es el encargado de dar a luz a los hijos del rey demonio.