Extra

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Los años han pasado rápidamente desde que regresamos a nuestra cueva, estableciéndonos en una vida que, aunque rodeada de maravillas y peculiaridades, ha sido tan pacífica como la hemos deseado. Nuestra familia se había expandido de manera maravillosa con el nacimiento de Kai, Leila, Mina, y el pequeño recién llegado, JeongIn. La cueva estaba transformada en un hogar lleno de amor y calor, a pesar de la presencia de HyunJin como el rey demonio y de nuestros hijos con habilidades demoníacas.

Hoy, había algo en el aire que me hacía sentir inquieto, una sensación incómoda que me había acompañado durante días. Intenté ignorarlo, enfocándome en la rutina diaria, en los niños, en la aparente tranquilidad de nuestro hogar. Sin embargo, un nudo persistente en mi estómago me recordaba constantemente que algo no estaba bien.

Me encontraba en el jardín, observando a los niños jugar, cuando mi mente comenzó a divagar, como tantas veces en los últimos días. Pensé en las señales, en los pequeños cambios en mi cuerpo que había intentado justificar de mil maneras diferentes, pero la verdad seguía ahí, inescapable. Mi corazón latía con fuerza, el miedo a lo desconocido se mezclaba con la incertidumbre de cómo HyunJin recibiría la noticia que aún no había logrado pronunciar en voz alta.

El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo con tonos cálidos. Sabía que no podía postergarlo más, pero el temor me paralizaba. Miré a los niños una vez más, su risa llenando el aire mientras jugaban inocentemente, ajenos a la tormenta que se formaba dentro de mí. Cada minuto que pasaba sin hablar me hacía sentir más atrapado, pero las palabras simplemente no querían salir.

Con una profunda respiración, me obligué a entrar en la cueva, donde HyunJin descansaba en su trono improvisado. Sus alas estaban extendidas en una postura relajada, su figura imponente se recortaba contra la luz tenue que entraba por la entrada de la cueva. Cada paso que daba hacia él se sentía pesado, como si el suelo mismo intentara detenerme. Mi mente corría con pensamientos de lo que podría pasar, de las posibles reacciones de HyunJin.

Me detuve frente a él, mi boca seca, incapaz de formar las palabras que sabía debía decir. HyunJin levantó la vista al notar mi presencia, su expresión inicialmente despreocupada se tornó seria al instante.

—Felix, ¿qué sucede? —preguntó, su tono lleno de preocupación.

Intenté hablar, pero mi garganta se cerró, traicionando mi intento de comenzar la conversación. Mi mirada se desvió hacia el suelo, las manos temblando levemente mientras luchaba por mantener la calma. No podía evitar pensar en cómo esta noticia podría cambiar todo, cómo nuestra pacífica vida podría tambalearse con solo unas palabras.

HyunJin se levantó de su asiento, acercándose a mí con una expresión que mezclaba curiosidad y alarma.

—Felix, dime qué pasa —insistió, su voz ahora más urgente.

El silencio entre nosotros era casi insoportable, cada segundo que pasaba parecía alargar la distancia entre ambos. Finalmente, reuní el valor suficiente para mirarlo a los ojos, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de decir. Mi corazón latía tan fuerte que estaba seguro de que él podía escucharlo.

—HyunJin... yo... —comencé, pero las palabras murieron en mi garganta. Tomé una respiración temblorosa, intentando calmar el torbellino de emociones que se desataba dentro de mí.

HyunJin frunció el ceño, claramente preocupado por mi comportamiento inusual. Su mano se posó en mi hombro, un gesto que normalmente me habría consolado, pero en ese momento solo hizo que mi ansiedad aumentara.

—Sea lo que sea, puedes decírmelo —dijo, su voz suave pero firme.

Finalmente, sentí que ya no podía soportarlo más. Cerré los ojos con fuerza, y las palabras finalmente salieron de mi boca, apenas un susurro:

—Creo que estoy... embarazado.

Abrí los ojos justo a tiempo para ver la reacción de HyunJin. Su rostro pasó de la confusión al asombro en cuestión de segundos. Sus ojos se abrieron de par en par, su boca se entreabrió, pero no dijo nada. El silencio que siguió fue denso, cargado de una tensión que parecía casi tangible.

—¿Qué...? —HyunJin intentó hablar, pero las palabras parecían fallarle. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, logró pronunciar—: ¿Estás diciendo que... vamos a tener otro bebé?

Asentí lentamente, incapaz de decir nada más. El peso de la noticia parecía aplastarnos a ambos, dejándonos sin palabras.

HyunJin dio un paso hacia atrás, su mano se deslizó de mi hombro mientras procesaba lo que acababa de escuchar. Lo observé fijamente, tratando de descifrar sus pensamientos, pero su expresión era un torbellino de emociones que no podía leer. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, habló con voz entrecortada:

—Felix, esto... esto es inesperado.

Su cuerpo, normalmente tan seguro y controlado, parecía haber perdido toda su firmeza. Sus alas se movieron nerviosamente, reflejando su agitación interna. Caminó de un lado a otro, como si intentara ordenar sus pensamientos, mientras yo permanecía inmóvil, observándolo.

—No puedo creerlo... —murmuró para sí mismo, deteniéndose finalmente frente a mí—. ¿Cómo es posible...? —Su voz se quebró ligeramente, y por un momento, vi una vulnerabilidad en él que rara vez mostraba.

HyunJin se acercó de nuevo, esta vez con una mezcla de determinación y ternura en sus ojos. Me tomó de las manos, sus dedos temblaban ligeramente.

—¿Por qué parecía tan nervioso al decírmelo? Crei que algo malo había sucedido...

—Es solo que, tal vez te puedas cansar de esto y al final decidas dejarme a mi y a los niños.

—Nunca vuelvas a pensar en eso, mi amor. Tu y los niños me han dado un propósito más sobre mi existencia, y estoy jodidamente feliz de compartir esto contigo y de haber aceptado estos sentimientos tan nuevos junto a ti.

HyunJin me abrazó, envolviéndome en un gesto que era tanto de protección como de consuelo. El miedo y la ansiedad no desaparecieron por completo, pero sentí que, con él a mi lado, podríamos enfrentar lo que fuera que viniera.

HyunJin se separó lentamente, dedicándome una de sus tan singulares sonrisas que solo significaban una cosa.

—¿Otro bebé más? Estoy pensando en crear mi propio ejército si seguimos teniendo bebés como unos malditos conejos.

Me reí ante su comentario, la tensión se disipó por completo. Sabía que diría algo así.

—Tú eres el insaciable que no ve las consecuencias de sus actos. Entiendo lo de la lujuria y todo eso, pero no puedes seguir creyendo que si seguimos teniendo sexo como unas bestias sin control no tendremos pequeños resultados después —respondí con un tono juguetón.

HyunJin se rió y, con una mirada divertida, dijo:

—Preferiría crear un ejército que detener mi insaciable lívido. Después de todo, el deseo siempre ha sido mi motor.

Nos miramos el uno al otro, riendo juntos mientras la calidez de la cueva envolvía nuestros corazones. HyunJin, quien nunca imaginó encontrarse en una situación tan familiar y rodeado de hijos, se mostraba completamente encantado con nuestra vida juntos. La idea de una familia, que antes parecía lejana e improbable, se había convertido en la realidad de nuestra existencia.

Fin.

...

Por fin termino de publicar este libro 😭 Mañana les público uno nuevo (tengo como seis libros en borradores prácticamente terminados)

⎱𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑒𝑛 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟 𝑠𝑢 𝑣𝑜𝑡𝑜 ♡⎰

⎘ xlisa13x

HOLOCAUSTO // HYUNLIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora