La cueva estaba en una penumbra inquietante cuando desperté. Sentía un dolor agudo en mi abdomen y una sensación de frío que se adentraba en mis huesos. La fiebre había aumentado, y el esfuerzo de cuidar a los bebés sin apenas descanso me había dejado en un estado lamentable. Las manchas de sangre en el suelo me parecían borrosas mientras mi visión se desvanecía. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que perdí el conocimiento.
De repente, sentí una presencia cercana. Abrí los ojos para encontrar a HyunJin inclinado sobre mí. Su expresión mostraba una mezcla de sorpresa y preocupación, algo que no solía ver en él. La sorpresa se tornó en una dura determinación.
—¿Qué ha pasado aquí? —dijo con una frialdad que, aunque preocupada, seguía siendo implacable—. ¿Por qué no me avisaste que estabas enfermo?
—No podía... —murmuré débilmente—. No podía dejar a los bebés solos cuando tú simplemente te fuiste y no volviste.
Su mirada se endureció, pero algo en su actitud cambió. Se levantó y comenzó a prepararse para lo que parecía ser un examen. Sin darme tiempo para responder, empezó a recoger varios ingredientes y herramientas de su bolsa.
—Necesito examinar tus heridas —dijo con una autoridad que no admitía réplica—. Desnúdate.
Las palabras resonaron en mi mente, y el pánico se apoderó de mí. La idea de estar completamente desnudo frente a él, especialmente en un estado tan vulnerable, me llenaba de vergüenza.
—No, por favor —dije, mi voz temblando—. No puedo hacer esto. No quiero que me veas así.
—Es por tu salud —insistió con firmeza—. Debo asegurarme de que la herida esté sanando adecuadamente. No tenemos tiempo para objeciones.
Desvié la mirada, sintiendo cómo el rubor se extendía por mi piel. Aún así, no podía ignorar el dolor que sentía ni la debilidad que me impedía luchar con más fuerza.
—¿No puedes... hacer esto de otra manera? —pregunté, la desesperación en mi tono—. No quiero ser visto en una parte tan íntima de mi cuerpo.
—No hay otra forma —dijo—. Es esencial para tu recuperación. Si no lo haces, podrías empeorar y poner en riesgo tu vida.
— Esto es muy humillante, no puedo simplemente...
Mis palabras se vieron interrumpidas por su mirada, llena de recriminación ante mi falta de coherencia en esta situación. Con un suspiro derrotado, accedí finalmente. Mi corazón latía con fuerza mientras me desnudaba, sintiendo la frialdad del aire en mi piel expuesta. Me acosté en la cama de paja, intentando mantener la dignidad mientras me exponía ante HyunJin. El rojo de mi vergüenza era probablemente evidente, y no podía evitar sentirme completamente vulnerable.
HyunJin se acercó con un aire de seriedad. Había dejado su kimono, y sólo llevaba una camiseta tipo esqueleto que acentuaba sus músculos firmes y sus venas prominentes. Cada movimiento suyo revelaba la perfección de su físico, y yo me encontraba cautivado, a pesar de mi situación incómoda.
—Permíteme ver —dijo, con un tono que no admitía dudas—. Abre las piernas.
Mi respiración se entrecorto mientras vacilava entre seguir esa orden o no, mucho más cuando esa simple frase me habia hecho sentir de manera tan extraña.
—Debo asegurarme de que la herida no esté infectada. —Recalco, y conteniendo mi respiración y con el rostro completamente rojo de vergüenza, seguí su orden.
Abri mis piernas con vacilación, mientras me encargaba de fijar mi vista en todo menos en HyunJin.
Mientras examinaba la herida, su toque era sorprendentemente cuidadoso. Cada contacto me hacía sentir una mezcla de dolor y vergüenza. La forma en que sus dedos se movían por mi piel, tocando una parte tan íntima, me hizo sentir completamente expuesto.
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HOLOCAUSTO // HYUNLIX
FanfictionDónde HyunJin es el rey del Inframundo, el cual está en busca de una persona completamente digna a sus caprichos que pueda concebir a su próximo heredero. O donde Lee Felix es el encargado de dar a luz a los hijos del rey demonio.