(__) se encontraba nuevamente disgustada tras otro control médico. Esta vez, la matriarca de la familia Zenin le había montado una escena. Parecía que ella y la madre de Gojo se hubieran puesto de acuerdo para perturbar la paz de su familia.
Incluso sus padres habían comenzado a consultar con un abogado para obtener la custodia completa en caso de que Satoru o Naoya resultaran ser los progenitores.
Su familia estaba dispuesta a jugar sucio, utilizando a sus hijos como peones y negando sus derechos, además de las grabaciones de las conversaciones mantenidas con las matriarcas.
Habían registrado absolutamente todo. Sus padres la felicitaron por haber recordado utilizar la grabadora que guardaban en la cocina para situaciones imprevistas.
También contemplaban la posibilidad de solicitar una orden de alejamiento contra todos sus familiares. (__) no deseaba ser partícipe de sus delirios de grandeza.
—No pareces muy contenta —comentó una voz a su lado, mientras observaba cómo (__) apretaba con fuerza el sobre que contenía el ultrasonido de ese trimestre. El tiempo transcurría vertiginosamente, y faltaba poco para tener a los gemelos en sus brazos. Sin embargo, temía que pudieran arrebatárselos. Tanta ilusión de esperarlos, y ahora existía la posibilidad de perderlos por caprichos ajenos.
—No lo estoy —respondió con voz monótona al hombre de cabello azabache a su lado. Este suspiró, reconociendo su incapacidad para tratar con mujeres, aunque estaba seguro de que la mayoría de sus amigos tampoco sabría cómo hacerlo.
—¿Ocurre algo con los gemelos? —inquirió Noritoshi a la joven, quien se encogió de hombros.
—Las familias Gojo y Zenin pretenden comprar a mis gemelos. Incluso consideran tomar medidas legales para arrebatármelos si no cedo ante sus demandas —pronunció (__) con frustración, mientras aguardaba a que su madre concluyera la conversación con la madre de Shoko. Anhelaba regresar a su hogar y dormir durante horas. Se sentía agotada, no físicamente, sino emocionalmente.
La idea de que otra mujer pudiera criar a sus hijos le resultaba repulsiva. Las únicas mujeres que podría aceptar como figuras maternas secundarias serían su propia madre o la abuela paterna de sus hijos, si realmente los apreciaba. No como las señoras Gojo o Zenin, quienes veían a su hija como una simple moneda de cambio para obtener más riquezas.
No era inusual presenciar matrimonios de conveniencia en su pueblo. Sin embargo, ella no deseaba casarse sin sentir el mínimo afecto por su marido. Incluso le provocaba escalofríos imaginar a Satoru o Naoya como sus esposos. Estaba convencida de que la repudiarían de la peor manera si pisaba sus villas familiares. Esas familias demostraban cada vez más su vileza.
Hasta los cimientos estaban podridos. Ahora comprendía por qué el padre de Megumi había abandonado ese entorno y decidido criar a su hijo lejos de su problemática familia.
—Era cuestión de tiempo que esas mujeres se acercaran a ti. Deberías preocuparte más si los padres de ellos intervinieran. Ellas solo te acosarán hasta que cedas a sus caprichos y dictámenes —le aseguró con confianza Noritoshi. Conocía a la perfección el funcionamiento de las familias más acaudaladas de su pueblo al pertenecer a una de ellas.
Su familia, si bien no era ejemplar, era la mejor entre las peores. No se sentía particularmente orgulloso de ello, pero no podía hacer nada al respecto, pues no había elegido nacer en ella.
—No sé si creerlo realmente. Este período está siendo el más sensible que he experimentado —puntualizó (__) con un tono desanimado.
—Es comprensible, considerando la revolución hormonal que experimentas. Sin embargo, puedes estar tranquila. Nadie te arrebatará a los gemelos. Ni el señor Gojo ni el señor Zenin mostrarán interés en ellos. Desprecian profundamente a los hijos ilegítimos. Incluso si ellas los llevaran a sus hogares, estoy seguro de que los devolverían a tus brazos —le dijo con tono consolador, posando una de sus manos sobre el hombro de la joven para reconfortarla. Estaba convencido de que atravesar un embarazo sin pareja no era tarea fácil, a pesar de contar con el apoyo de sus padres.
Le gustaría hacer más por ella, pero no deseaba encariñarse. Aquellos bebés podrían no ser suyos, y eso representaría un problema en el futuro si resultaba no ser el padre.
—Gracias por tus palabras —agradeció (__) a Noritoshi mientras intentaba relajarse. Realmente no sabía si confiar en las palabras del azabache, pero quería creer que tenía razón.
Aquello podría significar un momento de calma después de la tormenta, pero aún persistía el temor de lo que pudiera suceder. No tenía forma de vislumbrar el futuro, por mucho que lo deseara.
—Intenta ocupar tu mente en otras actividades. Verás que todo se resolverá de la mejor manera —le aconsejó, mientras (__) asentía. Tal vez concentrarse en otras tareas con mayor intensidad sería lo más conveniente.
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Bebé a bordo [JJK X Lectora]
Fanfiction(__) siempre desechó las historias fantásticas y exageradas que circulaban por su pueblo como simples leyendas. Sin embargo, su escepticismo se desvanece cuando se encuentra inesperadamente embarazada en una situación tan inverosímil. Ahora, en medi...