Bebé a bordo [JJK X Lectora]

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(__) había salido a pasear a sus mascotas y llevarlas al control de vacunas, según las indicaciones de la madre de Megumi. Sus padres le habían permitido ir sola, confiando en que no tendría mayores problemas. Después de todo, contaba con la protección de tres perros y necesitaba comenzar a hacer más actividad física.

Esto último era para ayudarle durante el parto, ya que no podía acceder a la otra opción. ¿Cómo podría tener relaciones para facilitar el alumbramiento si no tenía pareja?

Así que solo quedaba hacer ejercicio, muy a su pesar. No era la más atlética del pueblo, y sus padres lo sabían. Incluso estuvo a punto de reprobar educación física varias veces por negarse a realizar ciertos ejercicios o actividades.

Caminaba a su ritmo mientras Kashimo la observaba desde atrás, trotando. Definitivamente nunca había visto a alguien tan perezoso como la joven de cabellos oscuros.

Era sorprendente que, a pesar de llevar dos bebés en su vientre, no hubiera aumentado tanto de peso. Incluso podía apreciar más detalladamente el cuerpo de la menor gracias al overol. Notaba que la forma de sus caderas estaba sutilmente marcada.

¿Cuánto cambiaría su cuerpo después de dar a luz? Realmente le parecía una pérdida de tiempo y dinero formar una familia o tener hijos. No podía comprender cómo una mujer joven como (__) pensara en dar a luz a un bebé de alguien que no amaba o con quien ni siquiera mantenía una relación, como para que valiera la pena alterar su cuerpo de esa manera.

Kashimo, una vez que dejó de perderse en sus pensamientos, movió su cabeza de un lado a otro. Intentó acelerar su paso para estar al lado de la menor. Quería analizarla más detalladamente.

Apenas sabía de ella, solo que tenía unos hermosos ojos grises  y a su vez cafeces. Una combinación que decían era la mezcla perfecta entre los ojos de sus padres.

—Pareces ir demasiado relajada —mencionó una vez estuvo a su lado, mientras ella volteaba ligeramente en su dirección para responderle.

—Tengo que —respondió sin más, mientras Kashimo podía observarla mejor.

Notó que tenía una belleza sutil sin pulir. Poseía un cuello fino al igual que sus hombros. Pudo ver que tenía una figura prominente, preguntándose si siempre había sido así.

Incluso el melasma le sentaba bien, a pesar de ser una imperfección común en las embarazadas. ¿Realmente había sido siempre así de linda o el embarazo había aumentado su atractivo?

Había escuchado muchas veces que las mujeres embarazadas solían lucir mucho más hermosas durante esa etapa. Kashimo sentía que se quedaba sin aliento al perderse en el rostro de la menor. Le gustaba demasiado cómo se veía.

Siempre le había atraído la piel perfecta en las mujeres, siendo bastante selectivo con aquellas con las que solía salir. Siempre tenían que ser perfectas de pies a cabeza.

—Oye, ¿estás bien? —le cuestionó (__) al ver que se había quedado mirándola demasiado tiempo.

Kashimo desvió rápidamente su mirada de la joven. Sus mejillas se habían calentado sutilmente. Realmente no recordaba aquella sensación, hace tiempo que una mujer no despertaba algo en él. Después de todo, no había tantas jóvenes en el pueblo y con las pocas que había, ya había salido y terminado de formas desagradables. Así que no tenía muchas opciones en esos momentos.

¿Pero era (__) siquiera una opción para poner sus ojos en ella? Definitivamente, en su simple forma de pensar, no lo era. Una mujer que posiblemente no cargaba a sus hijos, sino a los hijos de uno de sus amigos. Salir con una madre soltera nunca estaría en sus planes.

—Sí —articuló deliberadamente, sonando bastante cortante.

(__) entendió perfectamente el mensaje y decidió simplemente guardar silencio. Mientras seguía avanzando con sus mascotas. Realmente era incómodo tener a Kashimo a su lado. Aunque estaría incómoda con cualquier persona que mostrara cierta hostilidad hacia ella.

Definitivamente quería llegar lo más pronto posible a la veterinaria de la familia Fushiguro. Así podría sentirse mucho más tranquila y relajada. Su padre le había dicho que vendría por ella una vez terminara su pendiente. Solo tendrían que llamarle para hacerlo. Quería asegurarse de que todo estuviera bien con ella y no le hubiera pasado nada.

No podía detener su vida por esa persona; si lo hacía, le daría mucho más poder del que ya tenía. Esa persona no se detendría, lo más seguro, hasta lograr su cometido.

Kashimo volvió a posar su visión en (__) y pudo observar cómo mantenía su mirada en sus mascotas. Incluso sus perros se habían adaptado a su paso.

Notó que la ropa de ella era costosa; pocas personas en el pueblo podían acceder a comprar en la boutique. No comprendía cómo ella podía adquirir aquella ropa con tanta facilidad. Después de todo, su familia no era demasiado influyente ni parecía tener tanto dinero. Aunque sabía que tenían un lago artificial en sus terrenos, algo que ni siquiera las familias Kamo o Zenin poseían a pesar de ser de las más influyentes. Siendo la familia Gojo y la familia de (__) las únicas que tenían un lago artificial en sus propiedades.