(__) miró confundida a los jóvenes de cabello castaño y rosa mientras le extendían una canasta con varias frutas.
—Chicos, en verdad no es necesario —respondió con un leve rubor en las mejillas, avergonzada. Haibara e Yuji estaban demasiado invadiendo su espacio personal.
—El bebé podría ser mío, claro que es necesario —afirmó Yuji con firmeza mientras Haibara asentía.
—También existen otras posibilidades de padres, no se hagan demasiadas ilusiones. Lo mejor es mantenerse al margen hasta el nacimiento de los bebés —trató de convencerlos.
—¿Bebés? —exclamaron los dos al unísono, asombrados.
—¿Son dos? —añadió Yuji.
—Sí, son dos. Una niña y un niño —confirmó (__), algo nerviosa.
—¡Eso es maravilloso! Así podría tener una princesa y un príncipe al mismo tiempo —habló Yuji con alegría.
—Tendré una pequeña que se parezca a mí, ¡eso es fantástico! ¿Podrá tener el color de tus ojos? —comentó Haibara. Después de todo, (__) tenía un hermoso y poco común color de ojos gris café, cautivador.
—No lo creo, mis genes son recesivos —negó rápidamente, observando cómo el semblante de Haibara se ensombrecía. Yuji lo animó con un leve codazo.
—No te desanimes, al menos tendrás una pequeña que se parezca a ti —trató de animarlo, mientras (__) asentía.
—Ahora que lo mencionas, Sukuna y tú se parecen como gemelos. ¿Cómo harán para saber quién de los dos es el padre? —planteó el castaño, haciendo que Yuji abriera los ojos como platos, olvidando aquel detalle.
—Tal vez por la personalidad de los bebés. Si odian al mundo, son de Sukuna; si son demasiado alegres, son de Yuji —sugirió dudosa, pues no sabía si era cierto que los hijos heredarían el carácter de sus padres.
—Esperemos que sean míos entonces, no se necesitan más personas que odien al mundo —garantizó Yuji.
—Eso es cierto —sonrió levemente nerviosa al ver acercarse al hermano mayor de Yuji.
—Se está haciendo tarde, es hora de marcharse —les indicó Choso al percatarse de los mohines en sus rostros. No querían irse aún y deseaban seguir charlando con ella.
La joven ya se encontraba bastante cansada.El embarazo la volvía más perezosa de lo normal. Incluso sus padres la dejaban descansar en algunos momentos.
—Podemos venir otro día, pero no es buena idea manejar por este sector de noche —razonó Choso, el mayor de los cuatro. Sus padres le habían encargado llegar temprano a casa.
A pesar de que su localidad fuera tranquila, podían ocurrir incidentes desagradables durante la noche.
—¿Podemos dejar la canasta dentro? —preguntó Haibara. No quería que la madre de sus posibles hijos cargara algo tan pesado.
—Está bien —asintió dudosa, sabiendo que Yuji y Ai no se irían hasta que aceptara aquel gesto.
Se retiró del marco de la puerta y los dejó pasar, mientras Haibara y Yuji entraban felizmente.
—¿Tus padres no están? No se escucha demasiado movimiento —comentó Yuji al no ver a la madre de la joven.
—¿Te dejaron sola? —cuestionó Haibara, preocupado por ella.
—No se preocupen, mis padres volverán en unas horas. Fueron a la ciudad a comprar algunas cosas para Izek —explicó (__), observando las miradas dudosas entre los jóvenes.
—No puedes quedarte sola en tu estado, cualquier cosa mala podría ocurrir —aseguró Yuji.
—Es cierto, podrías caerte o sentir algún dolor repentino —manifestó su disgusto Haibara, mientras Choso los miraba desde el marco, exasperado.
Pasó una mano por su rostro, consciente de que solo buscaban excusas para charlar más con (__).
—En verdad estaré bien, no hay necesidad de preocuparse tanto. Si algo llegara a ocurrir, llamaré a Shoko —les garantizó. Su padre no estaría contento de verlos allí a los tres jóvenes.
—Pero... —Los dos intentaron rebatir, siendo interrumpidos por el azabache.
—Es momento de irnos, Yuji y Haibara. Ella dijo que estaría bien, deben confiar en su palabra —protestó Choso nuevamente, percibiendo la mirada agradecida de (__).
Se veía bastante agotada, y la energía que desprendían su hermano menor y su amigo terminarían por agotarla aún más.
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Bebé a bordo [JJK X Lectora]
Fanfiction(__) siempre desechó las historias fantásticas y exageradas que circulaban por su pueblo como simples leyendas. Sin embargo, su escepticismo se desvanece cuando se encuentra inesperadamente embarazada en una situación tan inverosímil. Ahora, en medi...