Bebé a bordo [JJK X Lectora]

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 ↳ ‧₊˚┊Nota de la autora:

¡Hola a todos! 

Primero que nada, quiero disculparme por la demora en actualizar esta historia. Sé lo importante que es para ustedes, y aprecio muchísimo su paciencia y apoyo continuo.

Me he dado cuenta de un pequeño error en la narrativa, y quería aclararlo para que todo tenga más sentido. Nuestra querida Rayita sí tiene hermanos, aunque en el capítulo de la rana no lo expliqué tan bien como debería. Las burlas sobre que es hija única surgen porque sus hermanos no viven con ellos y sus padres son más cercanos a ella. Sé que en los primeros capítulos mencioné a los hermanos, y lamento la confusión que esto pueda haber causado.

Es un reto estar escribiendo 13 historias al mismo tiempo, y aunque trato de mantener notas detalladas, a veces estos deslices ocurren. Releo las historias cada cierto tiempo para evitar errores, pero agradezco su comprensión si algo se me escapa. Lo último que quiero es afectar su experiencia de lectura.

(__) estuvo a punto de escupir el café cuando escuchó lo que su madre le había comunicado.

—¿Realmente van a venir? —cuestionó. Hacía tiempo que no veía a sus hermanos. Incluso las personas solían pensar que era hija única.

Había transcurrido mucho tiempo desde que sus hermanos mayores y menores habían visitado el hogar familiar. Cada uno había decidido forjar su propio camino.

Sus hermanos mayores habían aprovechado la oportunidad de estudiar en la capital desde el bachillerato, mientras que sus hermanos menores se habían inscrito en la preparatoria naval nada más graduarse de la escuela secundaria. (__) había sido la única hija que permaneció con sus padres para culminar sus estudios en su pueblo natal.

—Mayumi acaba de contraer matrimonio y su esposo desea conocer el pueblo. Es natural que quieran venir. Incluso Kumiko tiene la intención de presentar a su prometido —mencionó su madre, mientras (__) intentaba asimilar toda esa información.

Mayumi nunca había mencionado estar comprometida, y mucho menos en una relación. (__) imaginaba cuán furioso debía estar su padre por ello. No haber sido invitados a la boda debió haber sido un duro golpe para sus progenitores.

—También Kaito está comprometido. Solo falta que Naoki y Kiran lo estén —bufó levemente mientras pasaba una de sus manos por su cabello, sintiéndose ligeramente avergonzada.

Quedaría en una posición bastante incómoda al lado de sus hermanos, siendo la primera en dar nietos a sus padres sin haber logrado nada significativo en su vida.

—Será mejor que no ahondemos en ese tema —dijo su madre, visiblemente nerviosa. (__) alzó una ceja de forma interrogativa ante ello.

—No me digas que ellos también están comprometidos... —articuló intranquila. Su madre se limitó a desviar la mirada, revelando la respuesta sin necesidad de palabras.

—Qué mala suerte. Soy la única solterona, rezagada y madre soltera de la familia —maldijo entre dientes, cruzándose de brazos de forma dramática y berrinchuda.

No podía creer que sus hermanos menores estuviesen comprometidos antes que ella.

—Bueno, hija mía, no se puede hacer nada. Ni rifada ni regalada pensábamos que saldrías, así que has superado una de nuestras expectativas —respondió su madre de forma burlesca, sabiendo que aquello no distaba de la verdad. Siempre creyeron que ella sería la única que se quedaría a cargo de sus padres y soltera de por vida.

Así, sus hermanos no lo pensaron demasiado y decidieron abandonar el nido. No necesitaron meditarlo mucho, sabiendo que (__) siempre estaría para sus padres.

—Me subestimaron demasiado —respondió, rodando los ojos.

—Deja de hacer berrinche y ayúdame a preparar la casa trasera de visitas, mi pequeña pandita —le habló de forma melosa su madre mientras se acercaba con la escoba—. No tendrás tiempo para pensar demasiado si te mantienes ocupada, y necesito que hagas muchas cosas.

(__) tragó con fuerza ante ello. No le agradaba barrer debido al polvo que se levantaba, prefiriendo trapear.

—No me mires así. Necesito que barras, saques la ropa de cama y la metas a la lavadora. Tu madre ya no está tan joven para hacer todo eso sola. Tu padre se encargará de darle mantenimiento a los aires acondicionados y limpiar los baños con ácido —le ordenó a su hija, haciendo que esta carraspeara por ello.

—¿No sería mejor si yo trapeo? —cuestionó a su madre, sin intención de ceder en ello.

—Claro que no. Desperdicias demasiado aromatizante cuando trapeas, y puede ser perjudicial respirar tanto químico durante tu embarazo. Así que mejor empieza barriendo, pequeño osito panda, si no quieres hacer enojar a tu padre. Y vaya que anda de mal humor, así que no lo tientes —le indicó con un tono de voz malicioso.

Definitivamente, la menor pensó que los astros no se habían alineado a su favor. Parecía que Nobara había acertado al leerle el horóscopo de su semana, y vaya que (__) no solía creer en ellos.