Narración John
Flashback: Hace 15 Años
Me encuentro en nuestra casa, un refugio de tranquilidad en medio de un mundo caótico.Las paredes están decoradas con recuerdos de nuestras misiones, y el aroma a madera quemada del hogar se mezcla con el suave perfume de Sara. Acabamos de regresar de una misión, y por primera vez en semanas, el hogar está en calma.
—John, cariño, hoy haz tú la cena. Estoy agotada —dijo Sara, dándome un beso en la mejilla, su piel aún tibia del frío exterior.
—Claro, amor —respondí, sonriendo mientras la veía dirigirse al sofá. Su caminar, aunque cansado, aún tenía esa gracia que siempre me cautiva.
¿Enamorado John?
Claro que sí conciencia.
Me dirigí a la cocina, un espacio pequeño pero acogedor. Los utensilios colgaban ordenados, y el cuchillo que tantas veces usé en combate ahora servía para cortar verduras. Mientras picaba los ingredientes, escuché abrirse la puerta de nuestra habitación y luego el sonido de las gotas de agua cayendo en la ducha. Imaginé a Sara disfrutando de ese pequeño momento de paz, y eso me hizo sonreír.
Después de unos minutos, ella salió de la habitación, envuelta en una toalla de baño color blanco. Se acercó sigilosamente y me rodeó con sus brazos, su cabello mojado dejaba caer pequeñas gotas sobre mi camisa negra.
—Huele delicioso —murmuró, rozando sus labios contra mi piel.
—¿La cena o yo? —bromeé, girándome para encontrarme con sus ojos, esos ojos oscuros que reflejaban tanto amor como dolor.
—Ambos—respondió ella con una sonrisa traviesa, esa que siempre lograba desarmarme.
Nos miramos por un momento que pareció eterno, y el mundo exterior desapareció. Solo éramos dos almas rotas, pero nuestros pedazos encajaban a la perfección. A pesar de las sombras que nos rodeaban, de las dudas que me atormentaban sobre si merecíamos ser felices, ella esta aquí, a mi lado, y eso es todo lo que necesito.
La atraje hacia mí, y nuestros labios se encontraron en un beso profundo, lleno de una pasión.El calor de su cuerpo contra el mío me llenó de un amor que rara vez me permitía sentir.
—Espera, vaquero, la cena primero. ¡Muero de hambre! —murmuró, alejándose con esa sonrisa juguetona que tanto me gusta.
—Cariño, vienes y me alteras de esta manera y luego te vas —dije, poniéndome una mano en el corazón.
—La cena primero,luego te la compenso —murmuró, dándome un beso en la mejilla antes de regresar a la habitación, dejando tras de sí un rastro de perfume y deseo.
Terminé de preparar la cena y la serví en la pequeña mesa del comedor, donde la luz cálida de una lámpara crea un ambiente íntimo. Preparé ensalada rusa, su favorita, y mientras comíamos.
—John, te quedó delicioso —dijo Sara, saboreando cada bocado con una expresión de satisfacción.
—Gracias. Deberías darme puntos; no cualquiera le cocina a su mujer —respondí, guiñándole un ojo.
—Ay, mi querido Jonny, ese era el requisito para tener una relación conmigo—murmuró ella, sonriendo con cariño.
Sara tenía veintinueve años, y yo treinta. Nos conocimos cuando éramos reclutas, y fue amor a primera vista.
Ella es mi aire, mi todo. Su cabello negro y ojos cafés reflejaban su fuerza y determinación, pero también su capacidad de amar en un mundo tan oscuro. Sara, con su estatura baja pero agilidad sorprendente, me había enseñado a ver más allá de la superficie, a encontrar belleza en medio del caos. Es mexicana, y yo europeo, un contraste único en nuestra relación.
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No somos los mismos
Teen FictionLo conozco desde que éramos Niños y por alguna razón Nos separamos sin razón evidente No nos hablamos Pero por alguna razón del destino Nos volvimos a ver con circunstancias que no pensábamos Ahora solo contamos,el uno con el otro,si queremos lle...