Capítulo 7: En mi propio K-drama.

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—Creo que como me siga apretando no voy a poder respirar.

—No te quejes tanto Elisa, que es una experiencia única.

—Y tan única, porque dos veces no cometes el mismo error queriendo.

Sus quejas me provocan carcajadas, a lo que la señora que me está ayudando con mi Hanbok sonríe. Tras terminar nuestro trabajo en la compañía decidimos venir directamente a la tienda de ropa de época para alquilarla todo el día, quería vivir la experiencia de turista paseándome por los templos y las calles de Seúl con Hanbok, pero las quejas y largos suspiros de Elisa no me dejan disfrutar tanto la experiencia de vestirnos como algo divertido.

—¡Aleje eso de mi cabeza!

—¡ELISA! NO LE GRITES A LA SEÑORA QUE SOLO TE QUIERE PEINAR.

—¡ME QUIERE APUÑALAR LA CABEZA!

Suelto un largo suspiro y le comunico a la mujer que con una simple trenza o coleta servirá para mi amiga.

—Oooh ne —se aleja realizando una leve reverencia y se marcha en busca de los elementos que falta.

—Se nota que te gusta esto ¿eh?

—Realmente soñaba con vivir esta experiencia desde mi adolescencia. —El reflejo que me muestra el espejo me llena de alegría y hace que mis ojos comiencen a aguarse. —Me siento en mi propio drama de época.

—Ani ani —la señora mayor aparece con papel para retirar las lágrimas que amenazaban con arruinar el maquillaje —se llora antes de maquillaje, no después.

—Oh ne, Gamsahabnida.

—¿Cómo se encuentran las mujeres más hermosas de estas tierras? —Daniel aparece vestido con un traje similar al de los guerreros de los k-dramas. Se ve gracioso.

—Tío, te juro que a veces me das vergüenza ajena, mucha vergüenza y muchas veces. —Alexander por el contrario iba con un simple traje tradicional, pero se veía realmente guapo. Su cabello negro contrastaba con ese par de ojos verdes. Era realmente atractivo.

—¡Gamsahabnida!

Habíamos quedado increíbles, Elisa iba con un hanbok con la chaquetilla rosa pálido y la falda color coral que resaltaban su cabello rubio y ojos claros. El mío, por el contrario, era una combinación entre rosa y azul, no me llamó la atención cuando la señora me lo mostró, pero he de decir que puesto quedaba increíble.

—¡Venga vamos, un selfie ahora solos!

Desde que salimos, muchas personas se nos acercaron para sacarse fotos con nosotros, al parecer le llamaba la atención ver extranjeros vestidos así. Otros se acercaban a darnos la enhorabuena pensando que éramos un grupo de parejas y el resto se dedicaban a sacarnos fotos en la distancia. Al principio fue muy incómodo, no sabíamos cómo actuar, pero terminamos cogiéndole el gusto y divirtiéndonos mucho con quienes se acercaban.

—Daniel, por favor, bájale dos a tu entusiasmo.

—Elisa, le quitas encanto a la vida.

—La vida te la voy a quitar a ti como me alteres.

Suspiro fuertemente para llamar la atención y tratar de cortar la conversación tan inútil que se estaba dando.

—Señor, dame paciencia porque como me des fuerza les reviento.

—Oye, Mei tampoco seas tan agresiva.

—Eso eso.

—¡Pero seréis...!

Pasamos la mañana visitando templos y sacándonos muchas fotos. Fuimos a comer a varios restaurantes para probar la mayor cantidad de platos posibles.

—Me encanta esta falda, no importa cuanto coma porque no se nota —le sonrío a Elisa, cómplice del comentario porque sí es verdad que no hemos parado de comer.

—Wow, creo que me he enamorado del bulgogi —creo que la imagen de Daniel vestido de samurai tumbado mientras se toca la barriga es algo que nunca abandonará mi mente a partir de hoy.

—Para mí el teokbokki ha sido lo mejor.

—Uf, yo me quedo con el pollo frito sin duda. ¿Y tú, Mei?

El sonido de mi móvil se adueña de mi atención. Al desbloquearlo, me encuentro los comentarios de Dong-Hyun y Sun-Hee a las stories que he subido en Insta y me río ante la cantidad de stickers de Dong-Hyun, este chico escribe poco.

—Pues no sé...todo estaba realmente bueno y siempre me ha gustado el teokbokki y el jjajamyeon, así que me quedaría con eso. Pero sin duda el pollo picante estaba increíble.

Terminamos pasando el resto del día entre risas, cafeterías y más comida.

Son cerca de las nueve de la noche cuando salgo de la ducha.

—Dios, que dolor de cabeza.

Las horquillas y decoraciones de cabello han hecho que me duelan hasta las cejas, pero ha merecido la pena. Me tumbo en la cama a revisar las fotos que hemos sacado y son realmente preciosas. Hay algunas graciosas de Daniel luchando contra Alexander, Elisa amenazando a Daniel, de todos juntos y muchas solas.

De entre todas decido publicar tres, pero ¿no serán muchas? Si no las haces públicas, ahora se te hará tarde y no las subirás. Eso te pasó con el viaje a Berlín de 2022 que siguen en la galería. También es verdad.

Decido prepararme una infusión mientras se cargan, aún siento nervios al publicar cosas y tengo tendencia a revisar quien las ha visto, hay veces que me encuentro gente con las que llevo sin hablar años y me remueven sentimientos que terminan afectándome más de los que deberían. Es por eso que trato de mantenerme ocupada durante un rato...pero al final caigo.

—A ver a quien tenemos por aquí. Mamá, la tía, Sun-Hee, Dong-Hyun, Elisa, ¿la señorita Choi?... pero ¿Cómo me ha encontrado? —suspiro. —Lo mismo va siendo hora de ponerlo en privado.

Doy el último sorbo de la taza y sigo cotilleando. Encuentro a algunos chicos que conocí en la cafetería y me pidieron mi insta, no estaba segura de darles mi número; algunos compañeros de la universidad con los que quedé los primeros días. Pero hay una cuenta en particular que me llama la atención cuando reviso las notificaciones generales, al parecer ha reaccionado a todas mis stories y dado mg a algunas fotos. No quiero rallarme, pero decido revisar el resto de mis destacadas y efectivamente las ha visto todas ¿WTF?

Hasta que su reacción a las fotos de hoy me salta a la pantalla haciendo que mi rostro se frunza ante lo extraño de la situación. La cuenta está completamente vacía, parece una cuenta de estafas piramidales o cuentas fantasma.

—너참예뻐, 키스해도돼?

¿Qué narices es @1211_w04?

Entre notas y silencios | Kim SunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora