Entre notas y silencios | Kim Sunwoo

Capítulo 9 ¿Deudas?

—2 matchas  medianos con hielo, por favor.

—Enseguida, ¿con tarjeta?

—Sí.

Se nota que es viernes, la cafetería ha estado llena durante toda la tarde, cosa que me alegra y agota por partes iguales.

—¿Y...por casualidad tienes algún plan para esta noche?

—¿Perdona? —me aseguro de que el recibo del datáfono salga correctamente y me giro esperando su respuesta.

—Qué si tienes plan para esta noche —esta vez contesta su amigo.

—Eeh...no, supongo que cerrar la tienda.

—Vaya es una pena, unos amigos tocan en un bar aquí cercano —se miran entre sí algo incómodos—. Y...pensábamos que podrías venir. Sí quieres claro, es un plan tranquilo, pero tocan muy bien de verdad. Sino no te invitaríamos —se rasca la nuca nerviosa pidiendo ayuda a su amigo con la mirada, lo que me hace sonreír por lo bizarro de la situación.

—Lo que mi amigo quiere decir, es que nos has parecido una chica muy agradable y queríamos invitarte a este plan.

—Os lo agradezco mucho, pero me temo —no me da tiempo a terminar cuando mi jefe hace su aparición estelar.

—Pero las obligaciones son prioritarias y la señorita debe seguir trabajando ¿desean algo más?

Se miran extrañados y niegan repetidamente con la cabeza.

—En ese caso tomen asiento o pueden marcharse, pero no entorpezcan la cola.

Trato de disculparme con la mirada y me despido de ellos. No estaban mal, el primero era mono, aunque bastante tímido por lo que se le veía. Su amigo se le notaba más suelto, pero nunca he sido mucho de rubios.

—Me alegra mucho que tu llegada haya aumentado el número de clientes. Incluso si estos son hombres. Pero no me gusta que flirteen en el mostrador, si quieres coquetear puedes atenderles en la mesa, pero que no entorpezcan la cola, ¿entendido?

—Sí, Seo-Joon-nim.

—No quiero que te lo tomes como una represaría, pero muchos se acercarán pensando que al ser extranjera eres más fácil de enredar que el resto.

—Si supieran la realidad —murmuro entre dientes.

—¿El qué?

—Que no volverá a pasar, tendré cuidado.

—Así me gusta, quiero que tengas confianza conmigo si alguna vez te sientes violenta o incómoda con cualquier persona ¿sí?, incluso si es con Sunwoo o el resto de los chicos —su mención hace que me alerte ¿habrá notado algo?

—¿Con Sunwoo? —susurro su nombre evitando que alguien más nos escuche.

—He notado que estás muy tensa a su alrededor, he pensado que podría incomodarte.

—No, no me incomoda, es solo —suspiro —es una persona que llama la atención muy fácilmente y me pone nerviosa por el trato que debemos darles y la confidencialidad. Eso me pone muy nerviosa, la verdad —espero haber conseguido desviar la atención de cualquier otra suposición.

—Sé a lo que te refieres, pero no te preocupes ellos están muy contentos con tu desempeño.

—¿Le ha preguntado?

—No ha hecho falta —sonríe de la nada —les faltó poco tiempo para preguntar por ti en tu primer descanso. Se pensaron que te había despedido.

—¿Tan mala fama tienes como jefe?