Entre notas y silencios | Kim Sunwoo

Capítulo 8 Un poco raro

He dormido bien, pero sigo con la mosca detrás de la oreja con lo de Insta, no ha sido la primera vez que me llegan mensajes así y no terminaban de forma agradable. Preparándome para la reunión de negocios que me toca moderar hoy, me fijo en el manga que empecé a leer cuando llegué, lo compré en una tienda en parís y la verdad que me ha servido mucho para entender mejor la gramática japonesa ¿Deberían prestárselo a Sunwoo?
La última conversación me estuvo rondando la cabeza en los días de descanso, se nota que cuando hay tiempo para descansar, mi cabeza decide ocupar su tiempo en encontrar otras preocupaciones. La idea de prestárselo no abandonaba mi mente, no era tanto por la trama sino por las anotaciones que hice mientras lo leía, realmente me causa curiosidad conocer su opinión.

Finalmente decido tomarlo ante la duda y terminar de recopilar los documentos para la negociación de hoy, si todo sale bien, realmente habremos logrado algo grande como equipo y eso me llena de emoción. Cuando llego a la empresa, Alexander está esperándome en la puerta.

—¿Preparada fiera?

—Como nunca.

—Vamos a firmar ese contrato y nos vamos a casa ¿sí?

—Por supuesto, pero antes revisemos los puntos en común y la franja de movimiento en la que se mueven ambos, es lo único que me tiene intranquila.

—Vamos a la oficina y lo revisamos, venga ¡A por todas!

Entre sonrisas y ánimos llegamos a la oficina compartida y comenzamos a releer punto por punto para asegurarnos de los posibles movimientos y el margen de maniobra. Me encanta trabajar con Alexander, es una persona muy calmada y racional, entre los dos encontramos soluciones rápidas y me da la seguridad que necesito cuando dudo o me pongo nerviosa.

—Vale perfecto, pues voy a revisar que esté todo acomodado en la sala y te aviso para que recibas a los superiores ¿ok?

—Perfecto —en ese momento mi móvil comienza a sonar y el nombre de Seo-Joon aparece en pantalla.

—Cógelo, aún tienes tiempo. Pero no te entretengas —en su mirada "seria" se encuentra la burla disfrazada y en parte me alegra verlo tan relajado. Si el no está nervioso es por algo, y por eso mismo yo tampoco.

—¿Mei? ¿Estás ocupada?

—Hola Seo-Joon, justo voy a entrar a la reunión que le comenté ¿Ha ocurrido algo?

—No, no, no te preocupes. Era para decirte que esta noche tendrás que cerrar sola. Tengo que quedarme con mis sobrinos por un asunto con mi hermana.

—Vale vale, no se preocupe, yo me encargo.

—Te aviso que últimamente ciertas personas se están quedando hasta tarde en la cafetería, por lo que podrás cerrar la puerta principal pero no la tienda.

—¿Y si se quedan hasta las 3 me tengo que quedar?

—No te preocupes, te lo dejaré todo por escrito y si no le diré a Sunwoo que no se demoren tanto para mañana trabajar ¿Te deja más tranquila?

—Un poco la verdad, aunque si todo sale bien mañana comenzarán mis vacaciones.

—Es muy importante esa reunión ¿no?

—No se hace una idea.

—Pues muchísimo ánimo, seguro que sale genial.

—Eso espero.

—Nos vemos en la tarde ¡FIGHTING!

—¡Gamsahabnida!

—¡COMBE!

—¡GEONBAE!

Toda la sala del pequeño restaurante estalla en aplausos y en sonidos de copas y alcohol. Tras tres horas de reunión finalmente lo logramos, nos quedamos al límite del margen de negociación, pero lo conseguimos. No quiero volver a negociar con alemanes por un largo tiempo.