—Hola —Elisa irrumpe malhumorada y sin mirarnos al resto, parece que hoy es un mal día para todos.
Alexander se ve tenso y aburrido de la situación entre Daniel y Elisa quienes en cuanto pueden comienzan a lanzarse veneno. Por lo que he escuchado quieren ascenderle a director legal general, pero para ello debe ampliar su número de tareas y eso le está llevando al límite. Así que en cuanto la infusión está lista se la acerco.
—Aquí tienes, ahora comienza a largar por esa boca todo lo que te preocupa —me mira devastado con ojeras bajo sus ojos.
—Cómo de malo sería mandar todo a la mierda.
—Muy malo, nos dejarías huérfanos y desamparados.
—¡Mei! —doy un pequeño bote ante el grito de Elisa—. Me voy ya he terminado, comeré fuera. Adiós.
Daniel le lanza miradas odiosas a sus espaldas para después salir sospechosamente de la oficina tras de ella.
—No tengo ni idea de que se traen entre manos, pero que lo terminen ya —asiento mientras reviso los documentos de su carpeta curiosa.
—Si quieres son todo tuyos.
—No gracias, prefiero seguir con mi dossier infinito protocolario.
—¿Aun no lo has terminado?
—No me dejan, quieren seguir añadiendo y añadiendo cosas como si alguien fuera a leerse un documento de más de 60 páginas para un evento empresarial.
—No, la verdad es que no —mira su reloj y después a mí —. ¿A qué hora entras a la cafetería?
—Hoy me toca entrar a las 17:00 ¿por?
—Recoge tus cosas, nos vamos a comer. Salgamos de aquí antes de que decida mandarlo todo a la mierda.
Sonrío divertida porque sé que a pesar de todo le gusta esta empresa y que no nos abandonaría.
Sunwoo no me ha mandado ningún mensaje desde la cena en su apartamento del sábado pasado y estamos a jueves, no sé si debería preocuparme. Los ejercicios de mi psicóloga me han ayudado mucho a gestionar las emociones que me surgen cuando pienso en él y darles nombre a mis sentimientos. Sin embargo, no he conseguido vislumbrar alguna salida o conclusión que me lleve a algún lugar donde podamos estar juntos en un futuro y me aterra el estar perdiendo la oportunidad de ser amada por una persona como él y amar por primera vez.
Todos esos pensamientos se abarrotan mientras termino de guardar todo en mi bolso, guardo mi ordenador y salgo contenta ya que mañana recibiremos una formación online por lo que no tendré que venir a trabajar y dedicaré el finde a la cafetería y leer. Me apetece desconectar un poco que la gente y de socializar todos los días a todas horas, quiero disfrutar del silencio de mi habitación y de mi mente.
—¿Estás lista?
—Estoy lista.
Nos montamos en el coche y ponemos rumbo al restaurante donde solemos comer los cuatro, está delicioso, muy bien de precio y a menos de 20 minutos de la cafetería así que es perfecto.
—Annyeonghaseyo ¡Cuánto tiempo! —la señora nos recibe tan alegre como siempre y nos pregunta por el resto del grupo—. Aaaaa, mucho trabajo ¿Ah? Sí, ¿lo de siempre? Enseguida.
—Vaya has mejorado mucho tu coreano, veo que atender en la cafetería te ha dado mucha soltura.
—Sí, la verdad es que es agradable pero últimamente me agota estar rodeada de tanta gente.
ESTÁS LEYENDO
Entre notas y silencios | Kim Sunwoo
Fanfiction-Créeme, si pudiera olvidar todo lo vivido y enterrarte en mi memoria, lo haría, pero no puedo. -No te dejaría. -¿El qué? -Te lo dije hace tiempo y te lo digo ahora, no puedo no ser egoísta contigo, te quiero junto a mí. Quiero estar a tu lado, quie...