Capítulo 11 Cita en el coche

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Aparca el coche a lado de un restaurante mientras los otros dos se sitúan cerca.

—Vaaale ¿y cómo lo vamos a hacer? —él deja de rebuscar algo entre los espacios del coche y me mira.

—¿El qué? —suspiro fuertemente.

—El pedir, babo.

—¿Sabes ya que vas a comer? —se recuesta en el asiento con el móvil en su mano, mientras desliza va haciendo muecas y alzando las cejas en señal de aprobación y bajándolas como desaprobación.

—Lo tengo claro.

—Vale, dime lo que quieres y ahora lo traigo —me quedo quieta mirándole fijamente y el me devuelve el gesto.

—¿Vas a salir?

—Sí

—¿Así? —se mira la ropa.

—No creo que vaya tan mal —la verdad es que no, lleva unos pantalones tipo cargo de color crema y una sudadera gris de cuello redondo. Lo que me llamó la atención fue el largo collar que colgaba de su cuello y todos los pendientes que adornaban sus orejas.

Siempre me han llamado la atención los chicos que usaban accesorios y, aunque de normal no suele llevar, o no me he percatado, hoy se ve diferente. Seguramente sea porque es de las pocas veces que no lo veo en chándal con la capucha puesta y una mascarilla tapando su cara. Se le ve muy relajado y en parte eso me reconforta. Me gusta pensar que se siente tranquilo a mi lado.

—No me refería a eso —la exasperación y las ganas de comer se filtran en mi voz.

—¿Entonces a qué te refieres?

—A qué vas a salir así, con la cara descubierta como si nada y vas a pedir 2 menús —se queda unos minutos sopesando mi argumento para después simplemente alzar los hombros y asentir.

—A ver, una hamburguesa trufada, patatas Deluxe, una coca cola Zero mediana ¿algo más?

—¿Hay helado? —me mira y sonríe de forma tierna, negando con la cabeza—. ¿Con chocolate?

—Blanco, por favor a poder ser.

—Di que sí, lo cogeré grande por si me apetece.

—Me parece correcto.

Por un instante nos quedamos en silencio, él apuntando todo en su móvil, mientras yo soy incapaz de alejar mis ojos de él. Es tan... imponente, no sé si sería la palabra correcta, ¿magnético? Sin duda es una persona carismática y que hace que tu mirada lo busque por instinto, aguardando su próximo movimiento.

—Vale pues ahora vuelvo, si te parece mueve el asiento hacia delante y comemos en la parte de atrás ¿o prefieres comer en las mesas?

—¿De verdad que te da igual que te pillen cenando con una chica?

—No, pero tengo fe de que no nos hayan seguido y no haya alguna cámara rondado por aquí —me contesta con el mismo tono entrometido con el que le he hablado —¿alguna recomendación más? Señorita, no quiero que por nada del mundo me relacionen contigo.

—La bebida sin hielo please —digo con una sonrisa exagerada, la cual me corresponde al salir del coche.

Le veo alejarse en dirección al restaurante, la verdad es que no se ve como el sitio que te sirve la comida para llevar, pero supongo que con él harán una excepción. Coloco el asiento lo más hacia delante que puedo y hago lo mismo con el suyo. Decido pasarme hacia atrás sin salir del coche por si acaso hubiera alguna fan acechando. Spoiler, casi me dejo una pierna atrás y me parto el cuello, despeinada y algo mareada consigo situarme en los asientos traseros.

Entre notas y silencios | Kim SunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora