—Vale, entonces ¿le parecen bien las modificaciones?
—Está muy bien señorita Álvarez, ¿dejamos la revisión final para mañana y comenzamos a maquetar?
—Sí, mejor la verdad porque no puedo más.
Al final el proyecto se ha alargado por tres semanas, pero estoy muy orgullosa y he tenido la grandísima suerte de que el señor Park me permitió adaptar mi horario de trabajo y realizar todo el proceso desde la oficina por lo que no tengo que cambiarme de sitio y me ahorro mucho tiempo en ir y volver de la universidad.
—Hasta mañana, que tenga una buena tarde.
—Igualmente profesor.
Cuelgo la videollamada y me fijo en que el reloj de la pared marca las cuatro y media. Aún no he comido y llevamos desde las diez que conectamos, pero ya solo queda revisarlo una vez más y comenzar con el diseño y la presentación, que será un proceso más acelerado.
Bajo rápido al 7eleven que hay bajo la empresa y me caliento un chapagetti en la tienda para subir rápidamente y comenzar la jornada de trabajo tan pronto como termine de comer y concentrarme para avanzar lo máximo posible. Pasan las horas y siento como poco a poco los ojos me pesan, han sido semanas muy densas y lo único que necesito es terminar esto y meterme en mi cama. A lo largo de la tarde recibo algunos mensajes de mis padres, de Sung-Min preguntándome sobre si me vendría bien quedar la semana que viene y de mis amigas de la universidad sobre las asignaturas y los nuevos profesores.
Mi móvil vuelve a vibrar por cuarta vez en el día, hay un número privado que no deja de llamarme y solo aumenta mi frustración y agotamiento. Vuelve a llamar y decido coger la llamada, es eso o estampar el móvil contra la pared y no es una buena opción.
—Mmmm.
—MEI ¿Eres tú? Dios por fin contestas —¿Quién narices es? Su voz me suena, pero no consigo ponerle cara, miro repetidamente mi móvil, pero sigue apareciendo privado en la pantalla. No estoy para bromas a estas horas de la noche—. Mei soy yo Sunwoo —vale, ahora sí me alarmo.
—Sun- Sunwoo ¿cóm- cómo has conseguido mi número?
—Conseguí que Seo-Joon me lo diera después de insistirle durante semanas. ¿Dónde estás? Llevo buscándote por días, pero nunca apareces en la cafetería. ¡¿No te habrá despedido?!
—¿Qué? Dios Sunwoo no, he estado ocupada y por eso no he ido a trabajar, pero me reincorporo la semana que viene.
Lo escucho suspirar y un nudo nace en mi garganta. Ha pasado más de un mes desde la última vez que nos vimos y mi estómago se revuelve ante los recuerdos de la salida.
—Vale, vale, genial dime donde estás necesito tu ayuda urgente.
—Sunwoo estoy trabajando, no puedes venir.
—Mei, son casi las once de la noche, es hora de que termines de trabajar.
—Mi jornada termina cuando revise lo que he redactado y añada dos disposiciones más, no cuando tú quieras —¿he sonado demasiado borde? Tal vez no debería hablarle con tanta confianza, comienzo a morder mis uñas ante la tensa situación.
—¿Has cenado?
—¿Qué? No, Sunwoo de verdad necesito terminar esto y descansar, por favor yo.
—Escúchame ¿Cuánto puedes tardar en terminar tu trabajo?
—No sé, unos 25 minutos o media hora, pero por qué.
—Vale, estoy allí en 35 minutos con la cena, no te entretengas.
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Entre notas y silencios | Kim Sunwoo
Fanfiction-Créeme, si pudiera olvidar todo lo vivido y enterrarte en mi memoria, lo haría, pero no puedo. -No te dejaría. -¿El qué? -Te lo dije hace tiempo y te lo digo ahora, no puedo no ser egoísta contigo, te quiero junto a mí. Quiero estar a tu lado, quie...