Capítulo 7

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Estuve quedándome en su espera junto a la barra de ese pub de copas hasta que desvíe mi mirada hacia la puerta y me fijé que ya estaba aquí.

Katrina levantó su mano en señal de saludo al verme y yo levantaba mi barbilla al verla.

Ella llevaba un vestido de color negro de volantes por abajo y de tirantes de color negro junto unos tacones de plataforma de color negro y sus labios pintados de rojo con su pelo colocado de lado.

Está muy bella, para que mentirnos.

Ella sostenía un pequeño bolso de lentejuelas andando hacia a mí hasta colocarse delante de mi.

—Me ha costado encontrar el lugar, hay tantos pub de copas por aquí.—

Asentía dándole la razón mientras que le señalaba un taburete vacío.

—Siéntate.—

—Gracias.—dijo con amabilidad mientras se sentaba en el taburete de mi lado y se cruzaba sus piernas, luciendo más sensual.—

Desvíe mi mirada hacia sus anchos muslos mientras le daba un largo trago a mi copa con deseo y luego desvíe mi mirada hacia sus gruesos labios.

—¿Y que haces solo bebiendo? Creía que estabas con alguien..—

Yo retiraba mis labios de mi copa mirándola molesto por lo que dijo.

—¿Por qué haces que suene tan malo que beba solo?—

—¿Qué?—

—¿Que pasa? ¿Nunca has salido tú sola por ahí?—

—No me refería a eso..—dijo con su ceño fruncido sintiéndose incómoda por mi respuesta.— Ya sabes, como eres..—

—Si, famoso vas a decir.—dije rodando mis ojos hablándole de malas formas y dejaba el vaso en el taburete.— Ya te he dicho que no soy famoso, solo boxeador.—

—De acuerdo.—

Solté un suspiro alargado sintiéndome mal por mi forma de hablarle y rascaba mi ceja.

—Perdón, hoy no tuve un buen día.—

—No te preocupes..—

—¿Quieres algo de beber?—

—Ya me he bebido dos copas, y tengo que conducir, no creo que debería de beber más..—

Yo llamaba al camarero subiendo la mano sin mirarla pero tenía toda mi atención.

—¿Tienes coche?—

—Si, aunque me lo compré de segunda mano.—

¿Por qué se estaba infravalorado ella misma?

No es la misma Katrina que solía conocer.

Odio esto.

—Al menos tienes coche.—dije.— Muchos tienen que seguir utilizando el autobús.—

—Bueno.. eso es verdad.—

El camarero venía nuevamente mientras estaba limpiando un vaso.

—¿Que le sirvo?—

Desvíe mi mirada hacia Katrina.

—¿Que quieres beber?—

—Romeo, de verdad..—

—Venga, pídete una copa.—

Katrina me miraba apurada por segundos y luego miraba al camarero.

—Un cosmopolita, por favor.—

ROMEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora