No quería volver a estar solo.
Me dormí muy relajado y tranquilo sabiendo que Katrina estaba a mi lado.
Al menos, así me sentí en ese momento...
Pero empecé a despertar con dificultad por qué mis ojos estaban pegados con el cansancio y los abría poco a poco.
Me di cuenta que la cama estaba vacía y yo pasaba mi mano por el sitio que lo estuvo ocupando Katrina está noche, sintiéndome deprimido.
Nunca antes me sentí decaído por qué una mujer me dejara en la cama, es más, me sentía mejor para evitar las despedidas incómodas o tener que ponerme cariñoso por obligación.
A veces era yo quién me iba sin avisar.
Pero que Katrina me dejara solo en la cama después de habernos acostado juntos...
Me sentí fatal.
Decidí tomar mi móvil y llamarla pero no lo cogía, parecía que su móvil estaba fuera de señal, luego le mandé un par de mensajes pfegungandole que donde estaba.
Tal vez, se quedó sin batería y se tuvo que ir a trabajar.
Me quedé pensando en que hacer, por qué yo quería estar con ella.
Quería pasar el día con Katrina, hablar de nuestras cosas, yo quería.. formalizar una relación con ella.
Tengo que ir a buscarla.
*****
Me di una ducha y me puse una ropa deportiva para ir en su busca, me quería sentir cómodo.
Yo conducía hasta Brooklyn de camino a su trabajo.
A veces, ella tiene horarios rotativos y a lo mejor está trabajando por la mañana.
Yo la esperaré en caso de que esté trabajando y luego iremos a comer juntos.
Quiero darle lo mejor de mi, quiero cambiar, quiero ser el hombre que ella quiere que sea.
Ya no quiero estar lejos de Katrina, nunca más.
Finalmente había llegado a su puesto de trabajo.
Me bajaba del coche mientras me quedé mirando aquella tienda de ropa y cruzaba la calle.
No lo pensé demasiado, y entraba con naturalidad con las manos metidas en mi sudadera.
Me quedé mirando a mi alrededor con detención en busca de ella y también en el lugar que trabajaba.
Era una tienda de ropa moderna aunque no de marca cara.
Ropa que suele utilizar las personas juveniles, sobre todo, las chicas.
Yo andaba por la tienda con tranquilidad mientras buscaba a Katrina pero no la encontraba y me fijé que había una mujer con lentes de pelo rubio y corto.
Decidí acercarme a ella para preguntar por Katrina.
—Disculpe.—dije mientras me acercaba más a ella y la adulta desvío su mirada hacia a mí, con atención.— Perdone, ¿Trabaja aquí?—
—Soy la jefa de esta tienda.—dijo con diversión por mi pregunta y se quedaba mirándome con normalidad.— Dime.—
—Ah.—dije un poco desconcertado por tal información.— ¿Trabaja aquí una chica que se llama Katrina?—
—Si, claro.—
—¿Ella trabaja hoy?—
—No, hoy es su día libre.—respondía y me miraba confusa por mis preguntas, ahora fruncía su ceño con desconfianza.— ¿Quién eres tú?—
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ROMEO
RomanceUn boxeador norte americano llamado Romeo, se dedica al boxeo desde un tiempo atrás y lleva defendiendo el título durante tres años pero en su último años en su profesión ha tenido altibajos por los recuerdos del pasado, y principalmente por su fami...