Capítulo 24

14 0 0
                                    

Solo llevábamos un par de días viviendo juntos pero ya nos podíamos compenetrar a la perfección.

Fue en el preciso momento que decidí de ir al gimnasio para hablar con Jessie.

Yo había tomado una decisión importante sobre mi vida pero esto lo tenía que sabía él.

Y por ese motivo, quería presentarle a Katrina.

Katrina le daba vergüenza aunque solo había venido dos veces pero está vez es diferente.

Todo será diferente a partir de ahora.

<< ... >>

Llegué junto a Katrina al gimnasio, ella al principio se negaba y la intenté convencer por un rato dentro de mi coche.

Pero quería que Jessie entendiera el por qué iba hacer lo que quería hacer.

Al final accedió y estaba agradecido con ella en mi interior.

Todas las miradas se dirigieron a Katrina de asombro y algún cuchicheo que otro.

Ella estaba intimidada por tantas miradas varoniles encima suya, no era la primera vez que le pasó.

Pues aquella pelea que tuvimos aquí, también estaba siendo observada pero fue distinto.

Yo en cambio, estaba tranquilo y seguro de mi mismo.

Desvíe mi mirada hacia en busca de Jessie hasta que le encontré en la puerta de la sala de reuniones y le hice una señal con la barbilla dándole entender que iría con él.

Mire a Katrina por segundos para que se quedará en mi espera y me miro un poco apurada pero lo hizo junto a un suspiro.

Me dirigía hacia la sala de reuniones, ambos estábamos dentro y él fue quien cerró la puerta.

Jessie se cruzaba de brazos, mirándome con más interés que nunca.

—¿Que tal estás? ¿Todo bien?—

Asentía lentamente.

—Pensaba que venías a entrenar, pero he visto que has venido con una chica.—

—Si, eso quería decirte..—

Pero me interrumpió rápidamente.

—Por cierto, el documental se transmitirá en un par de meses, creo que tres, sino me equivoco.—

—Ya, bueno eso..—

—Y tengo programado un nuevo combate para ti, creo que es momento de que sigas manteniendo el título.—

—Jessie.—dije su nombre con atención para que dejará de hablar y quedó en desconcierto, en ese momento, suspiré.— Jessie, a eso he venido a decirte.—

Él frunció el ceño sin comprenderme muy bien.

—Voy a dejar de boxear.—

—¿Qué?—

A la distancia que estábamos podía sentir como el pecho de Jessie se le presionó.

—Voy a dejarlo, me retiro.—

Jessie me miraba con cierta gentileza y desvío su mirada hacia Katrina por segundos.

—Es por esa chica ¿no?—

—Si, es por ella.—

Él nuevamente me volvía a mirar.

—¿Se puede saber quién es?—

—Es mi novia.—respondía rápidamente sin dudarlo dos veces.—

—¿Es tu novia? ¿Desde cuándo?—

ROMEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora