Capítulo 15

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Un semáforo rojo.

Es curioso como un semáforo rojo puede permitirte en dejarte pensando.

Es lo que me había ocurrido a mí, hasta que regresé a la realidad al presente.

Me puse a conducir nuevamente mientras que me quedé pensando en aquel recuerdo.

Yo actúe como un loco aquel día como si Katrina fuera mía, pero el verdadero perjudicado era mi hermano Enzo.

La realidad es que yo fui quien rompió su relación, yo fui quién le quitó a Katrina aunque.. tampoco sirvió de mucho por qué al final..

Ella también me abandonó a mí.

Y hasta a día de hoy, no me arrepiento de lo que le hice a mí propio hermano.

Mi móvil estaba comenzando a sonar y cuando comprobé quién era, suspiré sin más.

Lo puse en manos libres para poder mantener la conversación mientras que conducía.

—¿Que ocurre, Jessie? Acabo de irme del gimnasio.—

—Vaya, quería hablar contigo.—

—¿De que quieres hablar?—

—Me llamaron hace una semana por qué van a grabar un programa especial referente al boxeador Matthew Hamilton.—dijo.— Uno de los boxeadores más importante y que fue campeón de los pesos pesados durante diez años, ¿le recuerdas?—

—Si, se quién es.—

—Pues me llamaron por qué también algunos boxeadores serán parte del programa y como tú eres el reciente campeón, te quieren grabar.—

—¿Y que voy a decir en ese programa?—

—Puedes hablar de lo que significa el boxeo para ti, lo que sentiste cuando ganaste el título, sobre tus inicios..—

A mí no me gusta tener fama, y hacer ese programa aumentaría más mi fama pero.. le dije a Jessie que cambiaría.

—Me parece bien.—

—Me alegra oír eso, Romeo.—dijo con una entonación animada al escucharme.— Por último, quiero que digas que Matthew es una gran inspiración para ti.—

—¿Qué?—dije completamente desconcertado al escuchar a Jessie al decir aquello.—

—Se que es mentira pero eso beneficiará a los dos, puedes decir que él te inspiró en iniciar tu carrera.—

Yo fruncía mi ceño con fuerzas estando en desacuerdo con lo que decía y desvíe mi mirada hacia al móvil.

—A mi no me inspiró nadie para hacer boxeo, empecé hacer boxeo por mi mismo.—

—Lo sé, Romeo, pero es un homenaje a él, algo tendrás que decir.—

Yo suspiraba con cierta frustración, siempre pero siempre, Jessie me hacía meterme en asuntos extraños.

Volvía a mirar al frente con resignación.

—Está bien, lo haré.—

—Muy bien, ya lo vamos hablando.—dijo.— Mañana nos veremos en el gimnasio, descansa.—

—Hasta mañana.—

No pensé nada más al respecto y seguía conduciendo hasta dirigirme al parking privado para aparcar el coche.

Detenía el coche cuando estaba aparcado y sacaba las llaves de mi coche para guardarla pero escuché mi móvil.

Yo cogía mi móvil para comprobar si Jessie me había mandado algún mensaje nuevo pero para mí suerte o por desgracia era Katrina.

ROMEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora