Mi vida cada vez iba mejorando y la relación en pareja, conviviendo íbamos mucho mejor.
Ya llevábamos un mes y realmente no había ningún problema.
Bueno, es cierto que ahora me estoy empleando más en los entrenamientos por qué en dos meses tendré mi combate de retiro oficial.
No quiero decepcionar a Jessie, aunque en realidad, ya no tenía nada que demostrar pero lo hacía por él.
La cosa es que por los entrenamientos, Katrina y yo nos veíamos por la noche.
Por qué ella trabaja por la mañana y cuando ella en la tarde vuelve yo salgo de casa para los entrenamientos.
A veces voy por la mañana para coincidir con ella en casa pero soy tan perezoso.. o tal vez, me volví perezoso con el tiempo.
En fin.
Yo iba a mis entrenamientos sin faltar un día y todos estaban sorprendidos por mi cambio tan radical.
Eddie me felicitaba por qué me había animado a entrenar e incluso me preguntaba a veces por mi novia Katrina.
No quería ser borde con él, pero odio el apegamiento de otra persona que no fuera Katrina.
A veces creo que en mi vida anterior fui gato, no sé.
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Un día como otro recibí un mensaje de Katrina que se retrasaría en venir por qué haría horas extras en la tienda.
De ese modo, quería hacerle una sorpresa.
Ella siempre hace la cena, y yo siempre le preparó el almuerzo pero quiero hacerle algo especial.
Pues ese día salí más antes del gimnasio, recién duchado y con ropa deportiva aunque de marca cara.
Primero fui a comprarle un enorme ramo de rosas rosas, cuando se las regalé la primera vez no sabía su tipo de flores pero tuve suerte y acerté, ella me dijo que eran sus favoritas.
Pero luego fui a una tienda de ropa interior llamada Victoria Secret.
Quería hacerle un regalo más íntimo y especial por si en alguna ocasión lo quería utilizar para mí.
Antes de bajarme del coche, me vinieron pensamientos sucios referente a Katrina y me mordía el labio negando, de forma pícara.
Soy idiota.
Cuando le compré lo que quería comprarle, había un par de paparazzi esperándome a fuera y me hacían preguntas sobre mi actual pareja.
La prensa ya sabía que yo tenía pareja e incluso había salido en revistas y por internet fotos nuestras circulando.
Yo no respondí a nada, simplemente miré al suelo y me escondía más en mi gorra de color negra mientras sostenía el regalo en la mano derecha.
Al entrar al coche di un enorme portazo, con unas ganas locas de salir de allí.
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Me volví a duchar una segunda vez y a vestirme lindo para ella.
Y luego me puse a prepararle una cena romántica.
Yo me sentía un poco inquieto por qué nunca antes lo había hecho por nadie.
Pero si es por Katrina, merece la pena.
Me estaba tomando una copa de vino llamado Frappato mientras que los raviolis de boletus y trufa ya estaban listos.
Estaba escuchando la puerta de abrir cuando ya estaba sirviendo ambos platos y apretaba mis dientes con una expresión de fastidio.
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ROMEO
RomanceUn boxeador norte americano llamado Romeo, se dedica al boxeo desde un tiempo atrás y lleva defendiendo el título durante tres años pero en su último años en su profesión ha tenido altibajos por los recuerdos del pasado, y principalmente por su fami...