Capítulo 14

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Flashblack

El verano ya había llegado.

Yo solía quedar con mis amigos para hacer los típicos planes veraniegos.

Pero está vez, había quedado con Katrina.

Mi hermano Enzo le propuso ir al parque acuático juntos con los amigos de él pero ella rechazo la propuesta... para estar conmigo.

Nosotros quedamos en el centro, alejados de nuestro instituto, de nuestra casa para que la gente no nos viera.

Hoy hacia muchísima calor, demasiado.

Yo llevaba una gorra de color negra que hacía contraste con mi cabello rubio platino y con ropa ligera.

Ella llevaba una falda corta vaquera junto una camiseta de mangas cortas enseñando la tripa de color roja con el estampado del Ying yang y unas simples sandalias veraniega.

Katrina iba preciosa y yo me veía como un idiota a su lado...

Pasamos la tarde de tienda en tienda,
nos comimos unas hamburguesas baratas.. básicamente, teníamos una cita.

No sé en qué momento pasó, pero nos agarramos de la mano y paseábamos como si fuéramos una pareja de verdad.

Ella parecía estar normal, como si le agarrará la mano a otro cualquiera pero a mí.. el corazón me latía muy fuerte.

Al final acabamos en una tienda de alimentación cerca de mi casa y nos compramos un helado cada uno.

Ella se estaba comiendo un helado de hielo de sabor a naranja y yo un cucurucho de helado de chocolate mientras hablábamos de nuestras cosas.

Pero me quedé mirando como sus ojos marrones se volvían mieles a causa del sol y las preciosas pecas que tenía bajo sus ojos.

Me distraje por aquel motivo y se me caía el helado encima.

Me manche mi camiseta, y por mi mala suerte era de color blanca.

Katrina me soltó mi mano riéndose de mí y yo le amenazaba con ir a por ella en hacerle cosquillas.

Ella salía corriendo por la zona de mi casa y yo corría tras ella riéndome con diversión hasta llegar a la puerta de mi casa.

Al final estaba abriendo la puerta de mi casa con tranquilidad mientras le comentaba que me iría a cambiar de camiseta y volver a salir a la calle.

Katrina entró primero cuando abría la puerta y luego entraba detrás de ella dándome cuenta que en casa no había nadie.

Mi hermano seguía en aquel parque acuático y mi madre estaba trabajando.

Creo que aún son las seis y media de la tarde.

Yo me quedé perdido en mi pensamientos impuros mientras miraba la delgada silueta de Katrina que me estaba dando la espalda y me fijé en su falda, tragando saliva.

Decidí cerrar la puerta con lentitud y ella se giraba desconcertada pero me sonreía a los pocos segundos con dulzura.

—Vamos a tu cuarto y te cambias.—

Ella fue la primera en andar por mi casa y yo andaba detrás de ella.

Andábamos por el pasillo de mi casa, casi apunto de llegar a mi habitación.

De manera impulsiva cogía del brazo a Katrina, ella se giraba confusa y yo la besaba repentinamente sin aguantarme las ganas.

Ella me seguía el beso de la misma manera y la ponía contra la pared mientras la seguía besando mientras que pasaba una mano por su cintura.

ROMEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora