Megumi sentía una mano acariciar sus cabellos. Batió sus pestañas tratando de acostumbrarse a la luz de la mañana.
— buen dia megu — el omega se dio la vuelta viendo a inumaki estar sentado apoyado sobre el respaldar de la cama mientras acariciaba sus cabellos. ¿en que momento llegó a su cama? — ita te trajo a tu cama, son las una de la tarde, me pidió que te observara porque no quiere hablarte estando asi... — sus caricias continuaron ahora peinando sus cabellos desordenados.
— toge... ayer él se enojó, ¿hice algo mal? — al peliblanco se le rompía el corazón escuchar las palabras salir de los labios del chico.
— no megu, no hiciste nada malo... solo que itadori estaba algo borracho ayer y se fue porque si se quedaba iba a decir cosas que después se iba a arrepentir — escuchó al menor soltar unos sollozos y atrajo el cuerpo hacia el suyo en un abrazo. — él te ama megu, solo se enojó porque no pudo protegerte — secó con sus dedos las lagrimas que salían de los ojitos verdes.
— yo quiero a yuu, pero está enojado... — otra cascada de agua salada se acumuló en el border de sus ojos y la puerta de la habitación se abrió dejando ver al pelirosa.
inumaki supo que ya tenía que irse. — tranquilo megu, piensa en lo que te dije, ¿sí? — besó los cabellos del omega y se acercó a itadori y lo miró con una mirada asesina. — vos llegas a hacerle algo y te mato — lo susurró y yuuji sonrió nervioso asintiendo.
— te hacen mal las hormonas de mas... — un golpe se escuchó en la habitación, el alfa sobó su nuca y toge se fue del departamento. Megumi se hizo bolita de nuevo en su cama. — gumi... cariño — itadori ahora tomó lugar en donde antes estaba sentado su amigo.
— sigues enojado conmigo — no fue pregunta, fue más una afirmación.
— estoy enojado... — un sollozo se escuchó de nuevo. — pero enojado conmigo por no haber podido protegerte como lo prometí.
Megumi se movió y fue hasta el alfa, quien abrió sus brazos y el omega tomó asiento sobre su regazo recargando cabeza en el hombro del mayor. las manos de itadori se cerraron en su cintura dando caricias.
— me siento mal... sucio... y que me hayas dicho eso ayer me dolió — se sinceró y ahora el mas alto apretó mas el abrazo.
— lo lamento mucho — ahora los dos soltaban lagrimas en el hombro contrario tratando de calmar un dolor compartido.
— por favor... has que no duela — pidió en un sollozo. yuuji recostó al omega en el colchón y se posicionó encima de este.
Con una mirada, ambos se dieron permiso de seguir.
Itadori sabía que solo serían besos, pero serían unos que borrarían el dolor del corazón del omega.
los besos empezaron en su rostro. Desde su frente, hasta sus mejillas y de nuevo pidiendo permiso, dejó un pico en los labios rosados del menor. Luego sus labios bajaron a su cuello donde megumi mordió su labio tratando de ocultar el gemido que deseaba salir, las manos de itadori se encontraban en el borde de su buzo el cual lo subió dejando a la vista su abdomen.
Besó sus clavículas y las piernas del azabache rodearon las caderas del alfa acercándolo más a él, casi que presionando sus entrepiernas.
Los besos continuaron por todo su abdomen, luego bajando las bermudas del omega empezó a besar sus muslos pálidos, permitiéndose dejar alguna que otra marca.
— yuu — itadori se acercó al pecho del omega cuando este estiró sus brazos en señal de querer un abrazo. — ¿puedes seguir?
— ¿quieres más? — megumi asintió sonrojado.
— n-no sé hasta donde pueda sin recordar lo de ayer pero... me gustaría que vos si fueras mi primera vez — el corazón de ambos hacía eco en el pecho contrario. Orejas sonrojadas y mucho deseo se podía palpar en la habitación.
Itadori besó de nuevo los labios de megumi, ahora en un beso mucho mas largo, cargado de lujuria y demostrando el amor que se tenían. El omega agarró de las mejillas al mayor y profundizó el beso dejándole ingresar en su cavidad bucal haciendo una pelea de lenguas.
Se separaron por falta de aire y se miraron a los ojos. Megumi ahí supo que quería todo con itadori yuuji, su alma gemela.
El pelirosa bajó de nuevo sus besos a su cuello, ahora si dejando marcas y tocando de forma suave el cuerpo del chico como si fuera una muñeca de porcelana que podía romperse.
Los gemidos y jadeos y megumi era la mejor melodía jamás escuchada para itadori y sabia que sería el único en tener aquel privilegio.
Detuvo sus besos un momento para volver a mirar al menor. — te quiero megumi — dijo sonriendo, este volvió a besarlo antes de contestar.
— yo también te quiero yuuji — este continuó acariciando su cuerpo, quitando su ropa interior, empezó a masturbar a megumi de forma lenta, alternando sus movimientos de a poco y escuchando las quejas y suplicas que salían de aquellos labios hinchados.
yuuji antes de que el omega pudiera terminar, buscó de la habitación de al lado el lubricante y un condon. Tiró los dos a la cama y volvió a besar a megumi. — creo que podría hacerme adicto a tus labios — y de nuevo estaban compartiendo una lucha de lenguas que claramente la ganaba itadori.
Con el lubricante colocó un poco en sus dedos y se acercó a la entrada de megumi, donde emparejó uno y con movimientos suaves hizo que el menor se acostumbrara, luego metió otro, siendo espectador de la hermosa vista que le regalaba el chico. Rostro sonrojado, cubierto por una capa fina de sudor, vista nublada y labios hinchados.
Para yuuji, megumi era el chico mas hermoso que jamás había visto.
— sos hermoso, megumi — besó de nuevo todo el cuerpo del menor sacando sus dedos de su interior, este se abrazaba al pelirosa. Como pudo itadori se colocó el condón — voy a entrar — avisó y el omega asintió.
Levantó las piernas de megumi a sus hombros y se acomodó entre sus piernas ingresando en su interior. — yuu~ — gimió megumi cuando sintió como todo el miembro de itadori llenaba sus paredes.
— me recibes muy bien cariño — acarició los cabellos del oji verde esperando a que este se acostumbre, megu movió sus caderas unos minutos después buscando contacto.
Itadori empezó suave, sabiendo que esta vez harían el amor como tal lo dice la palabra.
Quería demostrarle a Megumi, que podía ser amado de muchas formas. Y quería borrar todo rastro de aquel alfa que abusó de su destinado.
Los gemidos y jadeos de los dos llenaban la habitación, Sus pieles chocando también les hacían compañía y lograba crear el ambiente perfecto para ambos.
Megumi se sentía amado y no podía dejar de pensar en itadori. Ambos llegaron al orgasmo juntando sus labios de nuevo, con el omega ahogando un gemido en medio de este. El nudo se formó y el menor soltó un sollozo de dolor.
Itadori se abrazó al omega y lo hizo quedar encima suyo para que estuviera cómodo en lo que la hinchazón bajaba. — lo hiciste bien — susurró dejando caricias en su espalda cubierta por la ropa y como pudo dejó un beso sobre su coronilla.
— gracias por todo yuuji — habló despacio abrazando al alfa.
— te mereces todo esto y más, cariño, no agradezcas nada — ambos se sonrieron luego de compartir otro beso más.
Al final, el día si puede mejorar.
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winter flowers ; itafushi
Fanfictionomegaverse au HIATUS POR EDICIÓN " megumi escapa del orfanato en donde vivía pero en medio de una tormeta de nieve termina perdido o donde itadori se le da por salir a comprar algo de comer a la madrugada y termina ayudando a un chico desmayado qu...