winter flowers ; itafushi

15 ; yuuji's birthday

En unos cuantos días, se iba a festejar el cumpleaños de itadori. Y megumi no estaba enterado de ello hasta que nobara un día le escribió diciéndole "cumpleaños de yuuji, mi casa, 20 de marzo, a la noche" y un link que te llevaba a la ubicación del hogar de las recién casadas.

El omega pensaba que la chica tenía muchas ideas con respecto al festejo pero cuando se reunieron en secreto en el departamento de yuuji, supo que tuvo un mal pensamiento.

— megumii, dale, ayudame

— me dijiste que tenias todo

— tenia todo... la fecha, el lugar, la hora... — enumeró con sus dedos. El azabache se quiso dar un golpe en la cabeza.

— que tengas eso no significa que sea todo... aparte, ¿de que voy a servir yo si lo conozco hace... cinco meses? — la castaña dio una mirada a su cuello y luego regresó a sus ojos.

— yo diría que ya lo conoces bastante bien... — recalcó la penúltima palabra. El omega se sonrojó.

— eso no tiene nada que ver. — se cruzó de brazos. — bien, te voy a ayudar

Y así, fue toda una tarde ocupada yendo de tienda en tienda para buscar lo necesario que iban a utilizar. También comprando unos extras a pedido de la alfa.

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— ¡gumi! – el alfa se apareció por la puerta de su habitación, la cual el chico estaba ordenando. — esta noche iremos a lo de nobara — avisó a pesar de no saber que el azabache estaba envuelto en todo eso. Megumi asintió.

Era diecinueve de marzo por la mañana y al final habian decidio hacer el festejo para esperar a las doce, donde verdaderamente seria, el cumpleaños de itadori.

El pelirosa abandonó la habitación luego de eso y el omega se dedicó a buscar en su closet el regalo que tenía para el alfa. Era una caja pequeña, pero lo suficiente grande como para guardar un oso de peluche. Que, valga la redundancia, ese era el regalo. Un oso rosado, con el aroma de megumi impregnado en él y también iba con una nota pegada en la manito del peluche.

Habia costado hacerlo sin que yuuji se diera cuenta de que estaba soltando su aroma a cántaros.

Esa caja la guardó en una mochila que iba a llevar y la dejó a un costado de la habitación para no olvidarsela.

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Definitivamente no era el día del omega.

Eran las diez treinta de la noche, estaban camino a la casa de nobara. Y él...

Él se olvidó el regalo en su habitación.

Podría culpar a yuuji que quiso una sesión de besos que terminó en un polvo para después apurarlo de que llegaban tarde.

O también podía culparse a si mismo por aceptar lo que el alfa propuso.

Y ahora no podía abrir su boca ya que sería arruinar la sorpresa que con "mucho esfuerzo" hizo nobara. Todos sabemos que en realidad la mano de obra lo hicieron Maki y él.

Una vez llegaron, megumi mandó un mensaje de que ya estaban para que se preparen. Con eso hecho, caminaron hasta la puerta y cuando itadori la abrió, muchos gritos y felicitaciones se escucharon por el hogar.

— ¡feliz no cumpleaños yuu! — gritó la anfitriona mientras le daba un fuerte abrazo.

Y así fueron pasando uno por uno para saludar al (no) cumpleañero mientras le entregaban regalos de paso.

Itadori cumpliría en unas horas, veintitrés. Y megumi se sentía feliz de verlo feliz festejando con sus amigos.

El omega se sentía feliz en aquel grupo de amigos, se sentía cómodo y no podía pedir por nada más.

No sabe en que momento, cuando las luces estaban apagadas la música fuerte y las botellas de alcohol se juntaban en la cocina, cerró sus ojos apoyándose en la barra del comedor. Quedando dormido a pesar del escándalo que armaban detrás suyo.

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Abrió sus ojos cuando sintió como su cuerpo era dejado sobre una superficie suave. — ¿yuuji? — preguntó adormilado y el pelirosa le sonrió.

— ya estamos en casa gumi, te quedaste dormido — el azabache iba a volver a dormir, hasta que se acordó del regalo.

— ¿que hora es?

— son... las cinco — el omega sonrió y estiró sus brazos para atrapar sus mejillas y luego dejar un beso en sus labios.

— feliz cumpleaños — murmuró cerca de sus labios y luego tomó asiento en su cama para luego levantarse y encaminarse al lugar donde estaba su regalo.

— ¿que buscas?

— tu regalo

— no era necesario que- sus palabras callaron cuando en sus manos quedó el oso de peluche anteriormente mencionado.

— feliz cumpleaños — repitió y ahora era abrazado por cintura por el alfa, ambos rieron.

— gracias gumi, es el mejor regalo que me pudieron haber dado

— huele el oso – pidió con nerviosismo y se separó un poco para ver como el chico acercaba el peluche a su nariz, sorprendido.

— tiene... tu aroma — el omega asintió.

— así es

— eso lo hace aún mejor — volvió a besar los labios del menor y lo sentó en su regazo.

— todavía te falta algo — apuntó hacia el papel que colgaba del oso y yuuji lo agarró para leerlo.

Era una pequeña carta, pero que estaba cargada de sentimientos.

" feliz cumpleaños yuu, se que no es mucho como los regalos que vos me das, pero creo que un regalo siempre es mejor cuando tiene valor sentimental y no material.

Quería agradecerte por todos estos meses que estuvimos juntos, donde me cuidaste y me enseñaste muchas cosas, siempre te voy a estar agradeciendo."

Itadori sentía sus ojos llenarse de lagrimas y megumi rió.

— no llores — dijo abrazado al alfa por el cuello.

— pero es una carta muy linda — sollozó abrazando con fuerza al chico.

Luego de eso, entre bromas y mimos, terminaron durmiendo juntos en la habitación del omega.