1 ; winter found

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Itadori era un alfa que había nacido de una beta y un omega. Por lo que fue muy extraño cuando a sus doce años se había presentado como un alfa.

Él venia de una familia que si bien no les faltaba, tampoco les sobraba. Sus padres eran dueños de una boutique concurrida en el centro de tokyo y yuuji estaba estudiando enfermería en la universidad. Tenía un hermano mayor, choso, un beta, y un gemelo llamado ryomen, un omega.

Tenía su propio dinero, departamento y se podría decir que no le faltaba nada en su vida. E incluso creía que su relación con su familia era la mejor, también tenía un sólido grupo de amigos.

Y por el momento no se preocupaba en encontrar una pareja, porque tampoco tenía un plan de vida asegurado, vivía el día a día y trataba de no encerrarse en una rutina. A sus 22 años, piensa que no había mejor forma de vivir.

A excepción de que un sábado a la madrugada te den ganas de comer algo que no había en la heladera. Yuuji bufó al revisar de nuevo todos los estantes de su cocina en busca de unas dichosas galletitas de chocolate que el juraba que tenía guardadas.

— ahg, si ryo fue el que se las comió lo mato — habló al aire, recordando que días atrás su familia había ido a su departamento a almorzar, festejando que itadori había aprobado su parcial para pasar a su último año de la carrera. Cerró la última alacena y caminó hasta su billetera para ver si tenía dinero. Soltó un suspiro con pereza de tener que ir hasta la tienda de convenencia con tal de solo conseguir cubrir uno de sus tantos antojos de madrugada.

Revisó en su celular el clima y anunciaban nieve para toda la semana, agarró un buen abrigo y con todo en mano se dirigió a la primera tienda que su gps le indicara. Con el celular en mano fue siguiendo las indicaciones hasta llegar al lugar, era algo oscuro al rededor pero la verdad que solo le importaba conseguir algo dulce.

Al encontrar su objetivo, decidió llevar dos paquetes, con eso se acercó a la cajera. — ¿eso es todo? — el pelirosa asintió y le entregó el dinero. Agradeció y salió del local, regresando por el mismo lugar.

Observó hacia el cielo y encontró que había pequeños copos de nieve cayendo sobre su gorro de lana rojo y su bufanda del mismo color. Un ruido lo hizo desviar su mirada hacia la derecha donde vio algo moverse.

Pensando que sería algún animalito, se acercó hacia el pequeño callejón sin iluminar, encendió la linterna de su teléfono tratando de no asustar a lo que sea que se haya encontrado allí.

Viendo un poco mejor, subió la luz hasta donde creía que se vería bien y logró divisar el rostro de un chico con moretones en sus mejillas y poco abrigo sobre su cuerpo. Claramente estaba desmayado o muy cansado como para mover su cuerpo.

Itadori no supo que hacer, por lo que sus acciones actuaron más rápido que su mente, y levantó al chico como si nada sobre su espalda para llevarlo hasta su departamento donde le daría primeros auxilios y algo de abrigo.

winter flowers ; itafushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora