winter flowers ; itafushi

2 ; despertar

Megumi sentía su cuerpo arder, de fondo escuchaba voces de varias personas, su vista era borrosa pero llegaba a ver en su campo de visión limitada, algunas decoraciones algo modernas para su gusto, soltó un jadeo cuando su brazo derecho empezó a dolerle.

— ¡ah! despertaste, ya me había asustado — una voz algo alegre lo distrajo. Con la vista perdida trató de ubicar a la persona que le hablaba.

Solo vió a un chico de cabellos rosados y sonrisa amable observarle. — ¿quien sos? — se animó a preguntar, su voz sonaba ronca, seguramente por el frío que contrajo la noche anterior.

— soy itadori yuuji, ¿y vos?

— megumi...

— ¿megumi? — su tono de voz indicaba que esperaba que dijera algo más. El azabache sostuvo su cabeza entre sus manos cuando un punzante dolor lo invadió.

— no tengo un apellido — ahora el confundido era el mayor. Creyendo no entender la situación.

— ¿pero si todos tenemos uno?

el omega rodó los ojos. — si pensás un poco, no todos tienen — yuuji se cruzó de brazos cerrando sus ojos y se sentó al lado del chico en el sofá.

— ya habrá tiempo para que me expliques, pero lo que necesito saber ahora es que hacías en un callejón a las cuatro de la mañana con el frío que hacía — megumi pareció pensar si debía confiarle al extraño que lo salvó su "secreto".

no lo delataría, ¿verdad?

— me escapé... — la cara de itadori era de sorpresa, como si lo que hubiera escuchado fuera la revelación de como y cuando se acabaría el mundo.

— ¿¡te escapaste de tus padres!?

el menor bufó — ni que fuera un adolescente...  — ahora ambos cayeron en el silencio.

— ¿cuántos... años tenes? — por primera vez se vieron a los ojos.

— dieciocho

— ¿qué? ¿estás mintiendo verdad?

— no itadori, tengo dieciocho, los cumplí hace poco

itadori en su mente pensaba que ahora su gemelo no dejaría de burlarse en su cara por esto toda su vida. Soltó un suspiró y se removió incómodo en su lugar.

— ¿tienes algún DNI*? — el de ojiverde lo miró extrañado.

— ¿no me crees?

— ¡no es eso! solo que... me cuesta creerlo

— ajá y ahora me vas a decir que en realidad tenés cuarenta y que te asusta el colágeno — yuuji llevó una mano a su pecho ofendido.

— ¡tengo veintidós para tu información!, estoy en la flora de la juventud

— ... esto puede considerarse un secuestro de un menor de edad — apuntó el chico azabache y la cara del alfa se tornó de un suave rosado.

— ¡pero si me dijiste que ya cumpliste la mayoría de edad! — megumi soltó una suave risa.

— ¿te asusta ir preso?

— ¡callate! — la puerta se abrió y dejó ver a dos chicos más, el azabache juró ver doble cuando uno de ellos se parecía a yuuji.

— yuuji no grites, te puedo escuchar desde el pasillo — uno de pelo negro reclamó al unico alfa de la habitación. El otro pelirosado solo miró la situación.

— veo que no perdés el tiempo yuu

— vos callate que todavía me debés la plata de las galletitas — ryomen se acercó a megumi y este por instinto retrocedió, pero al notar el aroma a cacao y licor lo hizo querer olfatear más. Omega.

— esta vez si trajiste a alguien lindo... — habló agachándose a la altura del omega azabache. Itadori miró a ambos con rostro sonrojado de la vergüenza.

— lo traje porque estaba herido y desmayado en un callejón en plena nevada, seguro como vos no tenés corazón no te nace hacer buenas acciones — ryomen se levantó y se dirigió a su gemelo y le estiró del pelo.

— ¡ryomen! solá a tu hermano — choso miró a ambos gemelos no hacerle caso, soltó un suspiro y se acerco a megumi. — seguro tuenes hambre, tomá — le entregó un sandwich y este lo agarró observando de que estaba hecho. Era sencillo, pero para alguien que no había comido por casi veinticuatro horas era un manjar.

— gracias... — murmuró y le dió una mordida, su paladar degustó el sabor de este y se relajó.

— ¿como te llamas?

— megumi

— lamento esto megumi, siempre se terminan peleando por alguna idiotez, espero que mi hermano te haya cuidado bien — de fondo itadori grita:

— ¡claro que lo cuidé bien! por algo soy enfermero — ambos pelinegros observaban a los gemelos soltarse.

— bien, creo que es hora de que nos presentemos, yo soy choso itadori, soy el hermano mayor de estos dos — señaló al gemelo recién llegado. — él es ryomen, el
gemelo menor, y a yuuji ya lo conoces

megumi asintió. Terminando de comer.

— ¿querés contarnos sobre vos?

— ... soy megumi, tengo dieciocho, y... me escapé del orfanato en donde vivía

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