winter flowers ; itafushi

19 ; baby fever

Megumi siente que va a morir.

Era el día siguiente al baby shower de toge y esa noche había soñado que tenía un bebé.

Soñó que lo cargaba en sus brazos y que lo cuidaba de todo malo. Sabía que era su hijo porque sentía ese lazo que los unía.

Ahora quería desgarrarse el cerebro con sus propias manos, ya que ahora tiene la necesidad de pedirle a yuuji que lo preñara en su siguiente celo.

Y oh. Su siguiente celo.

Estaban a mediados de abril y eso quería decir que en cualquier momento empezaría su celo.

¿y si...? No, no podría traicionar la confianza de itadori tan fácil.

— buenos dias gumi — los brazos del alfa se pasearon por su cintura y lo pegó a su pecho en un abrazo.

— hola yuu — susurró y se apegó a la muestra de cariño.

— ¿que haces despierto tan temprano?

— ah, tuve una pesadilla... — mentira. Tuvo aquel sueño y desde entonces no pudo dejar de imaginar escenarios en donde cargaba los bebés de yuuji en su vientre.

— ¿estas bien verdad? ¿pudiste dormir bien? — el azabache asintió.

Luego de eso se quedaron hablando lo que restaba del desayuno.

Itadori invitó a Megumi a cenar esa noche. Le tenía una sorpresa muy especial.

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No sabía la razón de sus nervios.

Pero su omega se sentía intranquilo con algo, pero hoy no quería ansiedad de más de lo que ya le provocaba tener una cita con el pelirosa.

La cena se llevaría a cabo en un restaurante que estaba a orillas de la playa con vista y balcón al mar. Aparte de la espléndida noche que ese día les regalaba.

Ambos tomaron asiento en una de las mesas arrinconadas en el balcón. La luz de las velas iluminaba su espacio y eso era suficiente para ambos.

Sus manos entrelazadas estaban sobre la mesa mientras hablaban con una sonrisa en sus rostros.

Cenaron, para luego poder ir a caminar por la playa tomados de la mano.

— la noche esta muy linda — dijo megumi sin poder dejar de sonreír. Siente que nunca fue tan feliz en su vida. Itadori asintió.

— está muy hermosa igual que tu — se dieron un beso corto, detuvieron sus pasos y luego continuaron con un sonrojo plasmado en sus mejillas.

Cerca de las doce, ambos se detuvieron en una de las piedras para poder sentarse encima, megumi recostado en el pecho de yuuji.

— ¿sabes? te traje hasta aca para decirte algo — el omega se volteó y lo miró con curiosidad. — megumi, no me alcanzan las palabras para explicarte todo lo que siento por ti, definitivamente nunca terminaría — rodó sus ojos. — amo tu pelo, tus ojos, tus pestañas, tu carita sonrojada y tu cuerpo. — explicó acariciando cada parte que nombraba. — amo tus abrazos, tus besos y tus caricias — sonrió. — amo todo de ti, y me gustaría que verte a ti, sea lo primero que haga al despertar — los ojos del omega se aguaron. — ¿puedo ser tu novio, gumi? — ni siquiera necesitó dos segundos porque el ojiverde se tiró sobre el mayor a abrazarlo.

— si, y mil veces si, dios, te amo yuuji — agarró las mejillas del alfa y le dió un beso largo, el otro lo sostuvo por la cintura, profundizando el beso.

Definitivamente no había nada de que preocuparse.

Megumi estaba feliz, estaba siendo abrazado por su ahora novio y alfa.

No podía pedir nada mejor.

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capítulo cortito, en un rato traigo más