22 ; cuddle

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Habían pasado ya cuatro días desde que terminó su periodo de celo.

Ahora ambos se encontraban dentro de sus cinco sentidos, lo totalmente crudos como para poder manejar una conversación seria sin meter el sexo de por medio.

Ahora se encontraban sentados en el sofá de la sala, yuuji mirando su teléfono mientras tenía a megumi dormido en su regazo, quien solo usaba una camisa del alfa sin nada abajo más que ropa interior.

Su celular descansa sobre la espalda baja del chico y lo sentía moverse de vez en cuando, era una posición cómoda sin tener que llegar a otro sentido.

— ¿cómodo? — preguntó cuando sintió al omega despertar, este pegó su cara en su cuello y soltó un bufido.

— si, pero sigo cansado — murmuró volviendo a acomodarse. Itadori suspiró.

— ¿puedo preguntarte algo? — hizo un sonidito de afirmación. — hace unos días dijiste que querías tener hijos... traté de ignorar el tema por que estabas en celo pero se me hizo difícil — las mejillas de megumi se sonrojaron.

— ah, lamento eso... mi omega estuvo inquieto hace casi un mes ya — dijo observando el rostro del pelirosa.

— ¿tu omega quiere un bebé o vos queres un bebé?

— ¿ambos? no lo sé, solo un día me empezó a picar el pecho con ese tema, tuve sueños y pensamientos raros, es muy extraña la sensación — trató de explicar lo mas conciso posible.

— choso lo llama a eso baby fever — comentó y megumi sentía su rostro seguir en confusión. — fiebre del bebé, en resumidas palabras, es un sentimiento que normalmente ataca a los omegas cuando están cerca de algun otro omega gestante y tienen la necesidad de seguir sus pasos — el ojiverde parecía comprender.

— ¿es como contagioso?  — itadori asintió.

— puede decirse así, aunque no es una enfermedad

El omega por fin pudo entender aquella sensación.

De pronto su omega se puso feliz ante eso. Él también lo estaba.

Definitivamente quería tener un bebé con yuuji.

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Megumi tenía un plan en mente, aunque no pensaba en que fuera a funcionar, de todos modos él quería llevarlo a cabo.

Pero su plan no falló solo una vez.

Ni dos.

Ni tres.

Si no cuatro veces. Y se estaba empezando a arrepentir.

Hace cuatro meses también dejó de tomar las pastillas anticonceptivas, estuvo cuidándose también demasiado para ser capaz de llevar al futuro hijo de itadori.

Era agosto y estaba próximo a ser la graduación de Yuuji de la universidad.

Al parecer todo quería alinearse de forma lenta.

Pero el omega siempre creyó que si el universo no lo quería, ¡debían forzarlo!

Y ahora no podía controlarse al ver a su novio vestido de traje para su ceremonia, deseaba totalmente que ya sea el final de la fiesta para poder darse su propio banquete en la misma cama en donde ahora estaba recostado boca abajo observando a su pareja.

— ¿te gusta la vista?

— demasiado — dijo mientras miraba como el pelirosa se acercaba a él y besaba sus labios. Sonrió.

De verdad, no podía esperar más.

Su omega estaba desesperado pero debía controlarse si no quería que aquel deseo suyo salga a la luz tan pronto.

Luego de una hora, ya se encontraban frente a la universidad de yuuji, donde allí lo saludaron varios de sus compañeros, megumi solo saludó con una sonrisa tímida.

Sus manos estaban juntas y juraba que sentía como si fuera la primera vez que lo hacía.

A la mierda todo el mundo, quería cojerse a itadori yuuji allí mismo frente a todos sin importar qué o quien lo detuviera.

Sabía también que debía controlar su aroma, qué vergüenza parecer gata en celo en plena fiesta de graduación.

Pero de eso si estaba feliz, de que su novio pudo conseguir graduarse de la carrera que siempre más quiso y esfuerzo le dedicó.

Y estaba feliz de estar a su lado compartiendo ese momento.

winter flowers ; itafushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora