+Capítulo 22+ Yoongi

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¿Dónde estaba Wendy?

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¿Dónde estaba Wendy?

Empecé a caminar, con mi cabeza volteando de izquierda a derecha. Mi atención oscilaba en todo y en todos menos en la persona que me llamaba desde lo más profundo de mi alma. Cuando la mirada de Jimin hizo arder un lado de mi rostro, evité mirar en su dirección y me centré en mi amiga.

Se quedó sola al borde de la pista de baile. Nadie le hablaba ni reconocía su presencia. Todos los estudiantes que pasaban la miraban de reojo como si fuera un insecto. Todos aquí te despreciaban si no encajabas, ya sea con el estatus social o los estándares de belleza. 

Los estudiantes de secundaria podían ser tan jodidamente malos, pero en los últimos tres meses había descubierto que las chicas de Sion eran las más crueles. Especialmente Nayoung. Después de que me acusara injustamente de delatarla, dejó de hablarme. Que le vaya bien. Como no era un 'soplón', nunca le conté a nadie sobre su amenaza. Pero no la había olvidado.

Una canción conocida sonaba en los altavoces. Seguí el ritmo y bailé hasta llegar a Wendy.

—¿Por qué no estás en la pista de baile? —moví mis caderas, en círculos alrededor de su postura rígida.

—No están preparados para mis movimientos. 

—Nunca estarán preparados. Solo hay que arrancar la tirita de golpe. —me había pasado una hora rizándole el cabello, y empezaba a estar flojo. Me acerqué a ella, esponjando y colocando los bonitos rizos alrededor de su rostro.

—Déjalo. —me apartó las manos de un golpe, poniendo fin a eso. Pero no me extrañó el tic de sus labios. En secreto, le encantaba que la mimara.

Agarré sus brazos y los baje hasta sus costados. —¿Ves? Menos defensiva. Más accesible. —di un paso atrás y contemplé su hermosa imagen. —Luces estupenda, ¡Vamos!, que se jodan todos los demás. No dejes que te arruinen el baile.

—Eres tan molesto.. —se le hizo un nudo en la garganta y apartó el rostro. Pero no pudo ocultar el afecto en su voz. —Vete.

—Oh no. Estás atrapada conmigo. —la golpeé en las costillas. —Mejores amigos, ¿Recuerdas? —pregunte, y aquello me hizo ganar una sonrisa. Sus ojos pasaron por encima de mi hombro y sus labios se aplanaron.

—Está entrando.

Me giré y encontré a Kang Daniel paseando hacia nosotros. Su mirada se detuvo en mí, examinando sin reparos mi cuerpo. En las últimas semanas, había empezado a agradarme. Para ser un niño engreído, inmaduro y egocéntrico, tenía un par de puntos fuertes, como su destreza con el fútbol y su capacidad para aguantar los golpes de Wendy.

Se había esforzado mucho por ganarse a mí espinosa amiga, ¿Y lo mejor? Sus intentos eran sinceros. Parecía que disfrutaba haciéndole cumplidos. Todavía no sabía por qué gravitaba hacia mí de esa manera. No fui especialmente amable con él y nunca le di la oportunidad de besarme o tocarme sexualmente. Si lo entendía bien, quería salir de la zona de amigos, pero no era lo suficientemente agresivo como para lograrlo. Parecía extraño teniendo en cuenta la facilidad con la que coqueteaba con todas las chicas de Sion.

PECADO - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora